sábado, 31 de diciembre de 2011

A VER SI EL PRÓXIMO AÑO....



Acaba 2005 y empieza un nuevo año, es el momento de hacer balance y de depositar esperanzas para el nuevo año.

Nuestra ciudad, en todos los ámbitos, espera mucho para el 2006. A ver si por fin se solucionan los grandes problemas empleo.

A ver si en el aspecto artístico y monumental se reabre, de una vez, nuestro histórico templo de San Dionisio para recobrar la inigualable estampa de la Cofradía del Dolor entre los naranjos de la placita de Escribanos. A ver si San Miguel elimina esas redes de su convalecencia. A ver si la zona de San Lucas deja de ser un lugar de marginación. A ver si Santiago sale de su clausura para volver a ser el centro de oración y emblema de un barrio. A ver si, por fin, de concluye, la restauración de nuestro Alcázar. A ver si se acaban las alarmas de cierre de nuestros templos por deterioro. A ver si el patrimonio local no necesita más medidas de urgencias, señal de que se le habrá prestado la debida atención.

A ver si nuestras grandes fiestas religiosas se consolidan en sus esencias y en sus formas seculares. A ver si nuestra Semana Santa es más manifestación de fe y menos espectáculo y divertimento. A  ver si la Carrera Oficial se estructura de forma definitiva. A ver si las elecciones aI nuevo Consejo de la Unión de Hermandades, que deberá convocarse antes de julio, depara para los cofrades un nuevo signo y ejemplo de unidad y fortaleza ante los nuevos tiempos. A ver si las solemnidades del Corpus y de la Merced terminan de afianzarse en participación y esplendor. A ver si la Navidad jerezana se hace más castiza y entrañable, más familiar y fraterna y menos consumista.

A ver si nuestra afamada Feria sigue en su línea universal de señorío y categoría y elimina para siempre aquello que la desvirtúa como grato lugar festivo y de encuentro para convertirla en un espacio masificado, ajeno a lo que es nuestra Feria, y propenso al conflicto y a los enfrentamientos. A ver si para el próximo año en todos los rincones de nuestra incomparable Feria no exista nada que la desmerezca.

A ver si la ciudad recobra su normalidad y descansamos de tantas obras, se recupera nuestra plaza del Arenal, en todo su esplendor y con sus elementos característicos y la circulación ciudadana deja de ser una pesadilla. A ver si la ronda oeste es una realidad y llegarnos al verano sin atascos. A ver si todos los proyectos municipales para el 2006 se culminan para beneficio de los ciudadanos.

A ver si nuestros políticos se ponen de una vez de acuerdo, oigan menos a las estructuras de partidos y más a la demanda popular. Jerez se gobierne más por quienes los jerezanos han elegido para regir la ciudad y menos por mandatarios provinciales, regionales o nacionales. A ver si las instituciones se vuelcan con nuestra ciudad independientemente de su color al igual que cobran sin importarle el color de quien paga. A ver si los jerezanos nos dejamos de intereses particulares, de quien nos interesa para mantener empleos, tratos de favor o influencias y maduramos la idea de hacer del Ayuntamiento de Jerez una garantía de futuro fuerte, con unidad de criterios para construir la gran ciudad que todos aspiramos.

A ver si vemos el Xerez en Primera, los problemas del campo solucionado, las subvenciones y las deudas municipales pagadas. Los niños jerezanos sin problemas escolares ,las barriadas atendidas, la Iglesia respetada y apoyada en todo aquello que beneficia a los demás, nuestros vinos suficientemente valorados, el comercio jerezano ganando enteros, abolida la crispación y la apatía. En definitiva que el próximo año sea mejor en especial para quienes más lo necesitan y que todos lo veamos.
(Artículo publicado el sábado 31 de diciembre de 2005. Llama la atención como muchos de estos deseos aún siguen pendientes de cumplirse)

Como un sueño del ayer, el palio del Dolor se pierde entre los naranjos de la plaza de Escribanos. Una estampa que estuvo a punto de recobrarse, después del prolongado cierre de San Dionisio, en este año de 2011 si la lluvia no hubiese truncado el Jueves Santo jerezano.





jueves, 29 de diciembre de 2011

LA AUTÉNTICA RECONQUISTA


Desde la delegación municipal de turismo cultura y fiestas se ha anunciado esta semana que el Ayuntamiento de Jerez conmemorará en el año 2014 el 750 aniversario de la fundación de la ciudad. El consistorio ya está trabajando en un programa de actos que recordarán la reconquista de Jerez por parte de Alfonso X El Sabio en el año 1264, unas actividades encaminadas fomentar el turismo cultural.


El proceso de reconquista fue un evento clave que cambió el curso de la historia del mundo entero. Fue durante esta reconquista cuando surgieron estrategias sociales y políticas que aún hoy siguen vigentes. Cuando los cristianos lograron reconquistar sus tierras además de tener un dominio terrestre mayor, logrando acrecentar su dominio cultural. Es sin duda alguna una marca en la historia de la humanidad que nos hace ser quienes somos actualmente. Lo interesante de todo esto es que además de conservar hoy día características de la cultura cristiana, también conservamos parte de lo que fue el paso musulmán por estas tierras, lo que demuestra que a pesar del dominio cristiano, no hubo una imposición fundamentalista por parte de los conquistadores.


Con la llegada del cristianismo nos vino toda una serie de valores humanos que tuvieron como arranque lo acontecido hace más de veinte siglos en Belén, con un nacimiento que marcó un antes y un después en la historia. Aquel hecho histórico supuso una auténtica reconquista en la fraternidad y el amor entre los pueblos. Si no se hubiese producido la reconquista, quizás, hoy no estaríamos celebrando por estas tierras la Navidad. La Navidad es tiempo maravilloso en el que se respira generosidad, humildad, gratitud, solidaridad, reconciliación, paz, amor… donde el nacimiento del Niño Jesús es motivo de festividad, y su enseñanza cobra vida en la humanidad. Durante esta época estamos llamados -más que nunca-, a vivir los valores que sobresalen en la tradición navideña.


Al mundo le tocó la lotería una noche como la de hoy en Belén y a Occidente le volvió a tocar con la reconquista, porque gracias a ella hoy somos lo que somos, con nuestras carencias y las grandes injusticias que nos sigue azotando pero un pueblo rico en historia, en tradiciones y, sobre todo, en valores cristianos. La gran cultura de Occidente que ha sabido llegar a unas cotas de progreso y civilización muy por encima de otras partes del mundo. Hoy cuando grandes pensadores han alertado ya que la amenaza real de la civilización de Occidente no viene de China, el Islam o las emisiones de CO2, sino “de nuestra propia pérdida de fe en la civilización que heredamos de nuestros ancestros”, nos llega una nueva Nochebuena y, en Jerez, en estas tierras con más de siete siglos de civilización cristiana, las coplas del pueblo nos dicen que “ya debió nacer nuestro patriarca Manué,” el que luchó por la fe del mundo, el que luego le tocará morir crucificado solo por intentar a los hombres salvarlos, el que después renacerá, y como en una auténtica reconquista, ya nadie podrá quitarle su reinado.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado sábado 24 de diciembre de 2011)



Año 1964. Exposición filatélica conmemorativa del VII Centenario de la reconquista de Jerez.

martes, 27 de diciembre de 2011

EL AÑO DEL PATRIMONIO


El 2006 ha sido un año especialmente significativo para el patrimonio monumental jerezano. El deterioro de muchos de nuestros templos y la rehabilitación de otros han sido constante noticia; también edificios civiles, de gran valor artístico, han cobrado protagonismo por ser objeto de proyectos o restauraciones, incluso diversas circunstancias no relacionadas, en concreto, con las obras, llevó a portadas de periódicos alguno de nuestros más emblemáticos edificios.

Comenzamos el año con Santiago y San Dionisio cerrados, San Miguel lleno de redes y con el Alcázar, el antiguo convento de San Agustín y los claustros de Santo Domingo continuando su proceso de restauración. En verano surgió la polémica con la intención de compra del templo de San Juan de los Caballeros por parte del Ayuntamiento con el fin de darle una actividad cultural en la ruta de la ciudad del flamenco. Con gran acierto, en este año que ahora finaliza, se ha rehabilitado el edificio Bertemati como Casa de la Iglesia, las fachadas del palacio Domecq, las antiguas Carnicerías Viejas, el convento del Espíritu Santo, parte de la muralla de la Puerta Real, distintas casas señoriales y, gracias a Endesa, se ha acometido la instalación de nueva iluminación en importantes monumentos jerezanos, además de cuantos proyectos están próximos a llevarse a cabo con el patrocinio de distintas instituciones u organismos.

Todo ello es una realidad gracias a la preocupación existente por la conservación del patrimonio Jerez da muestra de ello, tanto la plataforma pro-Santiago como la que anteriormente encabezó Santiago Zurita, a quien el barrio de San Mateo aún debe una calle, por cuanto trabajó, luchó y sigue luchando, por ese templo del Evangelista del ángel; han sido un claro exponente de una ciudad que vela por su patrimonio.

El 2007 debería ser el año de la reapertura de San Dionisio, con su magnífica nave mudéjar y su imponente retablo mayor; el de la total restauración de San Miguel por cuanto significa para esta ciudad en todos los sentidos; el de la culminación de las obras en nuestro histórico Alcázar; el de la apertura, con todo su esplendor recuperado, de los claustros de Santo Domingo, y mejor aún como museo de cofradías; de la recuperación de esa joya renacentista del Palacio de Riquelme, la gran asignatura pendiente, que esperamos pronto verlo reconstruido como ese museo pictórico del que estamos tan faltos.

El 2007 será el año de la nueva Carrera Oficial, otro museo andante e incomparable; del monumento a la Inmaculada, más que justificado por la rica e histórica vinculación inmaculista de nuestra ciudad; de ese museo de la ciudad que potenciará tanto nuestra proyección internacional; de ese museo belenista que condensará cuanta riqueza posee Jerez en torno al nacimiento del Niño Dios y de nuevas viviendas en monumentales bodegas. Esperemos que sea el año del gran impulso para la feliz culminación de las obras de la ciudad del flamenco, por cuanto significa para la cultura y para la potenciación de un barrio tan antiguo como el de San Lucas, y el año jacobeo jerezano al ver a nuestra iglesia de Santiago camino de su reapertura.

El final de año nos viene con mesas llenas de uvas, fruto de ese patrimonio jerezano que cubre campos en forma de cepas, ese patrimonio jerezano que no necesitó artistas, ni afamados arquitectos, ese patrimonio monumental que nace y no se hace. Esas uvas que en Jerez se hacen vino señor y señor vino, un vino que bebiendo con medida alarga la vida, un vino que también es nuestro patrimonio y como tal debemos defender ante cualquier ataque de filoxeras de nuevo cuño.

El vino es un monumento jerezano que se ha hecho universal y, aunque haya que luchar contracorriente, el 2007 debería ser el año de la gran proyección internacional del tesoro de nuestros caldos, y con él, el regusto de todo nuestro rico patrimonio.

(Artículo publicado en Información Jerez el sábado 30 de diciembre de 2006, cinco años después nuestro patrimonio sigue siendo la asignatura pendiente, si bien se restauraron San Dionisio, San Miguel, Bertemati, las murallas de la Puerta Real y el Alcázar aún queda por concluir la restauración de los claustros de Santo Domingo y Santiago, mientras que el palacio Riquelme, el casco histórico, muchas bodegas y palacios siguen sufriendo las consecuencias del abandono y el olvido) 
Imagen aérea tomada a finales de los pasados años sesenta en donde podemos ver un conjunto monumental del Alcázar aún sin restaurar y con la desafortunada estructura que se levantó en su interior, posteriormente derribada.

Aspecto del patio del palacio de Bertemati a mediados del pasado siglo XX.


De la misma época es esta foto de la fachada del palacio Domecq donde se pude apreciar  el deterioro de sus muros.







sábado, 24 de diciembre de 2011

SI NO HUBIESE NACIDO

Desde mi Belén familiar


¡ Feliz navidad!

Un año más nos llega la noche de la Nochebuena y de nuevo, se repetirán, las tradiciones familiares, los recuerdos de los que ya no están y los reencuentros de los que aprovechan estas fiestas para compartir juntos unos momentos de fraternidad.

Todo, lo que celebramos estos días, tiene su fundamento en un nacimiento que se produjo, una noche, como la de hoy, hace dos mil cinco años en Belén, pero ¿qué hubiera ocurrido si aquel alumbramiento no se hubiese producido?, para los cristianos no habría habido salvación y para el mundo en general no existiría la Iglesia Católica, ni ninguna otra que tenga como centro la figura de Cristo.

Si Jesús no hubiese nacido, de seguro el mundo sería otro, tan distinto, que se necesitarían siglos para analizar en qué circunstancias estaríamos hoy viviendo. Aquel nacimiento cambia de tal forma la historia que hoy sería inconcebible pensar una Europa sin la cultura cristiana, una España que nace bajo unos reyes católicos y se desarrolla, tanto culturalmente como artísticamente, bajo principios cristianos, una Andalucía identificada desde su cristianización con la fe y las creencias religiosas y un Jerez que hoy sería muy distinto sin la huella cristiana que está escrita con letras de horas en sus anales históricos.

Es demasiado aventurado el solo hecho de intentar imaginarse el mundo si nada hubiese pasado aquella noche del 25 de diciembre, ni tendríamos Navidad, ni fiesta de Reyes Magos, ni zambombas, ni Semana Santa, ni romería del Rocío, ni fiestas patronales, ni nada que tuviera que ver con el cristianismo, pero es que tampoco habría misioneros entregando su vida en medio de la pobreza y el subdesarrollo, ni comedores benéficos eclesiales, ni Cáritas parroquiales, ni Manos Unidas, ni Hijas de la Caridad, ni hermandades y además, en Jerez; por ejemplo, no habría templos, ni la Catedral, ni San Miguel, ni ningún otro, ni conventos, ni el Prendimiento ni ninguna imagen, ni innumerable obras de arte. A los jerezanos, durante siglos, les hubiese faltado a quién encomendarse en momentos de desesperanzas, la cultura sería más pobre y los valores cristianos ni siquiera se conocerían.

Si no hubiese nacido, todo lo que habríamos perdido, desde los que creen a los que no, desde los que ganan dinero por el acontecimiento, hasta los que sólo se divierten, desde los que la existencia de la Iglesia es un negocio hasta los que viven consagrados a extender el mensaje que nació aquella noche en un portal, desde el arte hasta la educación; desde los que creen en la familia hasta los que se centran en su egoísmo, desde los que viven de espalda a las creencias hasta aquellos que se alzaron en santidad. Hubiéramos perdido el ejemplo más claro de entrega sin límites a los demás.

Hoy podría haber escrito sobre el Jerez intramuros de la Navidad, de tantos tesoros ocultos como guarda Jerez en recuerdo y homenaje al Niño-Dios, de sus maravillosos belenes, de su riqueza artística en pinturas y relieves, de sus peculiaridades ancestrales, de sus zambombas auténticas sin adulteraciones, de sus nochebuenas castizas llenas de arte y familiaridad, de tantas cosas como Jerez encierra desde el momento que una bombilla empieza a buscar sitio en un naranjo de la calle Larga, pero he preferido hacer cábalas y reflexionar sobre lo que hoy seríamos si no hubiese nacido aquel niño de Belén.

Esta noche nace el niño, y lo hace con la misma importancia que entonces, con la misma trascendencia y con el mismo mensaje: La paz y el amor. Y esto no es cotidiano, esto no pasa, esto no se olvida hasta el año que viene, porque este mensaje es la gran solución del mundo, sólo es necesario ponerlo en práctica, porque, aunque siga molestando, la historia, ya, no la cambia nadie y, gracias a Dios, aquel niño si nació una noche como la de hoy.
(Artículo publicado en Información Jerez el sábado 24 de diciembre de 2005)
Belén de tamaño natural instalado desde el año 1905 en la jerezana Basílica de Nuestra Señora del Carmen para la veneración de los fieles.






martes, 20 de diciembre de 2011

BOTELLONIZAR



Hubo un tiempo en que las fiestas de los pueblos eran de los vecinos y cuatro amigos. Eso era antes. Antes de que las redes sociales potenciaran la capacidad de movilización de los jóvenes y la prohibición de beber alcohol en las calles los empujara a buscar alternativas para las noches de fin de semana. Antes de que los acontecimientos festivos se masificaran y el botellón se erigiera en estandarte de las fiestas.
             
           Los tiempos han cambiado. En los últimos años vemos, con cierto temor, como en Jerez no solo se botelloniza ciertas calles y plazas sino también las grandes fiestas de la ciudad, principalmente  la Feria, la Semana Santa y ahora la Navidad. Voces se han alzado ya reclamando volver a la esencia de nuestra peculiar y tradicional zambomba, cuando la masificación y el cubateo se están apoderando cada vez más de ellas.
             
           En el pasado de la ciudad, cuando para pasarlo bien no era imprescindible el alcohol, los jóvenes jerezanos se conocían en los paseos por la calle Larga, luego surgieron los guateques y las fiestas en domicilios privados, llegaron los bares, los pub y las discotecas de moda y, más recientemente, las zonas de movida, pero cuando llegaban las grandes fiestas, jóvenes y mayores participaban por igual, sin guetos apartes ni nada que no tuviera que ver con el acontecimiento en sí y con la tradicional forma de celebración.
               
           El escritor Arterio Baigorri define al botellón como un conflicto postmoderno, un divertimento social. Uno de esos conflictos que forman parte del espectáculo, en el que se lucha todos contra todos y donde hay un sólo vencedor, nunca presente, nunca explícito: en este caso, las corporaciones multinacionales productoras de alcohol. Es un fenómeno que responde a las tendencias que en el ocio nocturno podemos observar en el conjunto de Europa. El problema no es el botellón en sí mismo, sino lo que ocurre con esos menores que salen por las noches, que beben e incluso se emborrachan, que consumen drogas, sin que al parecer, los padres tengan conciencia de lo que está ocurriendo. No se bebe, o se toma, porque hay que hacerlo, porque lo mande el grupo de iguales, sino simplemente porque lo impone el modelo cultural global dominante.
             
            Existen fórmulas para evitar que toda cita festiva corra el peligro de botellonizarse, una solución está en que se cumple la ley, se establezcan medidas educativas y de prevención en el consumo de alcohol y se promuevan alternativas de ocio saludable, algo siempre más eficaz a largo plazo que la aplicación de medidas estrictamente coercitivas.
              
             Ni la ciudad ni las autoridades pueden permanecer con los brazos cruzados  ante un fenómeno que aglutina a gran cantidad de jóvenes y que está afectando, cada vez más, a las formas tradicionales de cada celebración. Hagamos todo lo posible para evitar que también nuestras zambombas sean botellonizadas. Que salga la masificación y el botellón de la zambomba antes de que de tanto saltar y brincar la dejemos sola y se nos vaya, también, por los aires.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 18 de diciembre de 2011 y en VIVA JEREZ al día siguiente)

La calle Larga jerezana, desde siempre, ha sido uno de los principales enclaves de paseos, ocio y encuentros de la ciudad.



Otra perspectiva del ayer de una calle Larga, esta vez desde la rotonda de los casinos, concurrida de paseantes

  




domingo, 18 de diciembre de 2011

BELÉN VIVIENTE



          Arcos de la Frontera ha vuelto a concentrar a miles de visitantes en su tradicional Belén viviente, aquel que utiliza la propia fisonomía de sus calles y plazas para recrear lo ocurrido hace más de dos mil años en Belén de Judea, cuando se produjo el acontecimiento que cambió la historia, la  venida de Jesús.

Arcos es todo el año un Belén viviente, sus empinadas y encaladas calles son el escenario perfecto para escenificar aquel nacimiento tan trascendental; lo mismo ocurre con la mayoría de los pueblos de la baja Andalucía, sus orígenes moriscos y sus paisajes son una auténtica reproducción, a tamaño natural, de los nacimientos que tan magistralmente se montan en estas fechas.

El Jerez antiguo, aquel de antes de la Reconquista, el de las viejas murallas, de desaparecidas mezquitas y tortuosas calles, también se asemejaba mucho al Belén de las postales, con arroyos, puentes de madera, molinos, pajares, huertas y burros cargados de cacharros. Era un Jerez apacible, pintoresco y casi desconocido. Salvo el casco antiguo de la ciudad, el Jerez de hoy recuerda poco de aquel poblado morisco que fuimos; la sociedad en general ha evolucionado y nuestra ciudad no podía ser menos, sin embargo, no todo ha cambiado, hay escenas que se siguen repitiendo, año tras año, y que ni el paso del tiempo ha logrado variar.

Mañana es Nochebuena y mañana es el día internacional de la familia, porque mañana todos nos reunirnos en familia para conmemorar el Nacimiento del Salvador, y se reunirán, también, los que quitan belenes de los colegios porque les molestan, los que piden que retiren crucifijos de los cuarteles, los que quieren los votos de los católicos pero evitan, por todos los medios, pronunciar la palabra Dios, los que atacan a la Iglesia pero mueven el cielo y la tierra para que sus hijos entren en un colegio religioso, reciban regalos de Reyes y destaquen en el teatro navideño de su escuela.

Mañana es Nochebuena y es el día de la fraternidad, el día de las comidas suculentas, de los villancicos y de la alegría, porque es Navidad y es la fiesta de los cristianos, el día de los que defienden a los inocentes desde que son concebidos, el día de los que creen en el matrimonio, el día de los hombres y mujeres de Cáritas, de las misiones, de Manos Unidas, de tantos y tantos que viven la Navidad todo el año, porque todo el año hay necesidades. Porque todo el año, en Jerez como en todo el mundo, existe un Belén viviente que busca posada, que mata inocentes, que ve parir madres en condiciones infrahumanas, que pasa frío, que muestra personas ancianas desprotegidas, que promueve lucha de poderes.

Un Belén de ricos avarientos, de mal hablados, de mesoneros ingratos, de niños en cueros. Un Belén viviente en las injusticias, en el desprecio a los valores humanos. Un Belén que vive, entre cartones, en los soportales de los edificios, en barcas a la deriva cruzando el Estrecho, en mujeres degolladas por Herodes de hoy, por reyes de la barbarie, en llantos de inocentes brotando de contenedores de basura; en jóvenes que, como ovejas sin pastor, caminan sin rumbo fijo, en tanto calor familiar desperdigado y en tanto vacío para un Belén que debería estar lleno de vida, de esperanza y de felicidad.

Jerez, como todas las ciudades del mundo, como hace cada año Arcos por Navidad, también debe tener su Belén viviente, pero con la diferencia de que los actores seamos nosotros mismos. Un Belén de verdad que abra posadas, que acoja emigrantes y transeúntes, que de techo a quienes no tienen donde cobijarse, que valore la familia, la educación de los hijos y el respeto y ayuda a los mayores. Un Belén de verdad que trasmita a todo el que nos visite en auténtico sentido de la Navidad, aquel que nos trajo el Niño que naciera una noche como la de mañana, ese mismo Niño que dos mil años después sigue molestando a muchos vivos porque remueve conciencias.
(Artículo publicado en Información Jerez el 23 de diciembre de 2006. Ayer las típicas calles del casco histórico de Arcos de la Frontera volvió a ser el escenario perfecto para la recreación del Nacimiento del Redentor en su tradicional Belén viviente)

El casco antiguo jerezano  cuenta con rincones que parecen escenarios para un Belén viviente  .  En la imagen una foto del ayer de la pintoresca calle Vid.





jueves, 15 de diciembre de 2011

LA PLAZA DEL ARENAL



La Plaza del Arenal ha vuelto a ser noticia por el campamento de “indignados” que permanece instalado, desde el pasado 28 de agosto, en este jerezano y céntrico lugar frente a la calle Larga, la noticia ha surgido por el hecho de que uno de ellos asegura que aquel campamento es su domicilio puesto que está empadronado allí.
Esta plaza hace siglos fue una musara andalusí para pasar a ser, después de la reconquista, un escenario de duelos y batallas, tomando de ahí su nombre (Arenarium, "lugar de batallas"). En la actualidad es la plaza principal de la ciudad, reforzada con la importancia comercial de las calles adyacentes.
            Según cuenta la historia hasta 1593 los torneos, duelos o espectáculos ecuestres y taurinos podían ser celebrados en la Plaza del Mercado, el Llano de San Sebastián (actualmente Alameda Cristina) o en la Plaza del Arenal. Pero a partir de ese año se dispone que todos los juegos y espectáculos públicos se celebren sólo en el Arenal. Para presenciar estos juegos hasta el siglo XVII se situaba en el adarve de la muralla que iba desde el Alcázar hasta la Puerta Real, actualmente edificio de la Alhóndiga. El primer espectáculo taurino de pago en la Plaza del Arenal fue en 1655. Monarcas como los Reyes Católicos, Felipe V, Carlos III, Isabel II o Alfonso XII fueron recibidos en la Plaza del Arenal, engalanada. Atrás quedó, también, aquella época dorada de los cafés cantante, de El Bombo, La ½ o La Goleta.

              Un marco con tanta historia e importancia para Jerez parece seguir predestinado  a acoger no únicamente acontecimientos relevantes de la ciudad sino también duelos y conflictos, sigue siendo aún hoy un lugar de batallas. Una de las “indignadas”  manifestaba hace unos días a la prensa local: "Estamos abiertos al diálogo con el Ayuntamiento. Siempre queremos lo mejor y si para eso nos tenemos que ir, nos vamos, pero eso sí, con diálogo y sin violencia. Hablando se entiende la gente. El pacifismo es nuestra bandera”. La paz, por tanto, debe llegar ya, de una vez, a nuestra querida Plaza del Arenal.

                 En la paz y en el diálogo está la fórmula para que este emblemático enclave no se tenga que convertir, constantemente, en un campamento de refugiados por muy respetable e incluso loables fines que se defiendan. El término de Jerez es el más grande de España y plaza del Arenal solo tenemos una, que además es de todos los jerezanos no solo de los que estén indignados. El diálogo es la clave para que, ni los allí acogidos tengan que vivir en tan precarias condiciones sin renunciar a sus reivindicaciones ni la plaza del Arenal tenga que ver alterada su imagen con unos asentamientos impropios de la plaza principal de cualquier municipio.


                  La plaza del Arenal, emblema de la ciudad, sumamente fotografiada, referente del  Jerez universal, debe ser preservada de todo aquello que desdice de su condición de plaza mayor. A ver si entre unos y otros se consigue devolver a nuestra señorial plaza la prestancia y empaque que siempre tuvo, cuando en ella aún resuena, junto al revoloteo de  sus palomas, la voz y el duende de La Paquera que, al compás de bulería, nos sigue recordando aquello de “Jerez de la Frontera tiene una plaza que asombra de bonita a tó el que pasa”


(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 11 de diciembre y el día siguiente en VIVA JEREZ) 

Curiosa fotografía antigua de la plaza del Arenal. La imagen está invertida, en el centro frente a la calle Lancería la fuente aún sin monumento, a la izquierda la espadaña de San Francisco y un mirador que ya no existe y a la derecha la entrada de la calle Consistorio, al contrario de la realidad.


La plaza del Arenal el día de la inauguración del monumento al General Primo de Rivera


Bella estampa de otros tiempos de la plaza del Arenal sin el edificio de la Caja de Ahorros de Jerez ni el del Banco de Santaner, ambos esquina con la calle Corredera.


Lado izquierdo de la plaza del Arenal cuando aún no se había alterado su fisonomía con nuevos edificios.


La plaza del Arenal ya con el edificio de la Caja de Ahorros de Jerez. La otra esquina de la calle Lancería mantenía el viejo caserón antes de que se levantara el nuevo bloque  donde estuvo ubicado la tienda de tejidos Almacenes Aparicio.


En el lugar donde hoy se alza el edificio de los Sindicatos de la plaza del Arenal existió anteriormente un viejo caserón que en tiempos albergó la posada de San Dionisio y el establecimiento La Goleta.


  

martes, 13 de diciembre de 2011

PON EL NACIMIENTO


Esta Navidad, pon el Nacimiento, con esta llamada los belenistas de esta tierra llevan muchos años intentando que no se pierda la entrañable tradición de colocar el Belén, nuestro popular Nacimiento, en los hogares jerezanos.

La documentación belenista nos indica que el Nacimiento, como interpretación plástica, tiene origen franciscano y se remonta a los comienzos del siglo XIII, cuando San Francisco de Asís copia al natural la cueva de Belén, en un lugar cercano al pueblo llamado Greccio, en el valle italiano de Rieti. En el siglo XVI el belenismo alcanza todo su esplendor, extendiéndose por todos los rincones de España.

Jerez guarda una excelente tradición belenista que se nos pierde en la memoria, raro es el jerezano que no recuerde con nostalgia, los nacimientos montados en su infancia, la mayoría con figuritas de barro, aserrín, cortezas de corchos, río de cristal y cielo de papel decorado; aquel montaje era uno de los instantes más esperados de todo el año, achicando la casa hasta límites insospechados, llenando todos los muebles del polvo que soltaba el aserrín, condenando alguna mesa o rincón durante varias semanas y aprovechando, además, como trastero los bajos del Nacimiento para meter todos los tiestos que estorbaban por la casa.

Poner el Nacimiento es algo mágico, por cuanta ilusión contiene y a su vez por su carga de creatividad y belleza, reproduciendo el sencillo y glorioso acto del más grande amor de Dios a los hombres, su nacimiento en carne mortal.

Pon el Nacimiento, porque en este mundo de palabrerías no hay una escena que pueda decir tanto.

            Pon el Nacimiento, porque tus hijos y nietos, merecen vivir ese momento único que tú ya viviste, de ir creando vida en torno a tan histórico acontecimiento.

Pon el Nacimiento, para que tu casa se llene de Navidad, de fundamento festivo, de alegría por algo que sí tiene sentido.

Pon el Nacimiento, y por unas horas, olvídate de la telebasura para recrearte en lo que seas capaz de montar, agudizando y desarrollando tu imaginación.

Pon el Nacimiento, para que tus hijos lo sigan poniendo, para que no se pierda la tradición y para evitar adornos que ni por historia ni por tradición nos pertenecen.

Pon el Nacimiento, aunque sea encima del televisor pero ponlo, porque la Navidad es el Nacimiento y lo demás no se justifica por sí solo.

Pon el Nacimiento, porque Jerez lleva siglos poniéndolo lo puso en la fachada de la Catedral, en el retablo mayor de San Miguel, de San Marcos y de las Reparadoras, en la primera capilla de la Basílica del Carmen, en el altar del Rosario de Santo Domingo, en varios cuadros de la Cartuja, en toda la maravilla que encierra Capuchinos, en vidrieras, en respiraderos de pasos de palio, en pasos de misterio, en bordados de faldones y mantos de dolorosas, en sus casas de vecinos y en señeras entidades.

Pon el Nacimiento para que Jerez no pierda su liderazgo belenista, un liderazgo ganado a pulso, alcanzado a nivel mundial gracias a la asociación y a ese arte que brota por las cinco letras de la palabra Jerez.

Pon el Nacimiento y ten en cuenta que todo es una recreación, que todo es historia, aunque, en muchas ocasiones, como ocurriera con aquel Belén que montara Lete en la Alameda vieja, un hito en la historia local, deseemos hacernos diminutos y andar por sus calles y caminos, pero sólo podremos introducirnos en aquel sugestivo mundo con la imaginación, recreándonos con la vista. Como en la vida real todo es de materia, como las casas, el paisaje y las figuras, de papel por lo poco que duran, de barro por cómo se deforman, de madera tallada por cómo se amoldan a las circunstancias, pero el mensaje del Niño que está en el portal, ese sí que es de veras, ese sí es de verdad.
 (Artículo publicado en Información Jerez el 16 de diciembre de 2006. El próximo jueves se abre al público el Museo del Belén jerezano)

Gran Belén de tamaño natural instalado, hace unos años, por el recordado Lete en la Alameda Vieja.








sábado, 10 de diciembre de 2011

EN LA FIESTA DE LORETO




EL ambiente antirreligioso propiciado por el sectarismo de una laica II segunda república española y el miedo a posibles agresiones y disturbios hizo que en1932 se suspendieran casi todos los desfiles procesionales de Semana Santa. En Sevilla sólo procesionó, el Jueves Santo, la Hermandad de la Estrella de Triana, conocida, desde entonces como La Valiente, sufriendo varios atentados e incidentes (Carreras; una bomba que no llegó a estallar, le lanzaron una piedra a la Virgen, que no le llegó a dar, le arrojaron al paso cascarones de huevos llenos de gasolina; que no llegaron a prender, hubo tres disparos en la trasera del palio, a la entrada de la catedral, sin consecuencias trágicas, etc.). La Virgen salió de Triana y, tras dejar el puente, entró en Sevilla ante un pueblo amedrantado por unos exaltados, que en estos años se habían encargado de incendiar iglesias, saquearlas y destruir insustituibles obras de arte; la procesión iba casi de tapadillo, fruto de la tensión imperante, pero al llegar a la Campana una saeta cortó la tarde, creo que fue la Niña de la Alfalfa la que proclamó a los cuatro vientos el sentimiento más profundo de un pueblo eminentemente mariano, la saeta decía: "Han dicho en el banco azul que España ya no es cristiana pero aquí quien manda eres Tú, Estrella de la mañana". Desde aquel momento el inmenso público reunido estalló en una apoteosis de júbilo y la procesión desafiando a los hostiles, completó brillantemente su itinerario de siempre y volvió triunfante a su barrio.

Aquella saeta fue la voz del pueblo, es indiscutible que en España, y en especial en Andalucía y más concretamente en Sevilla quien manda es la Virgen y si no que se lo pregunten a los políticos, ningún partido político es capaz de convocar a tantas personas en un mitin como la Macarena en su salida. Y lo mismo ocurre en cada pueblo, en cada ciudad o incluso en cada barrio andaluz, sale una Patrona a la calle y todo el pueblo con Ella, los de derecha, los de izquierda y hasta los llamados agnósticos, ir en contra de eso no se puede, le pese a quien le pese, en los pueblos de España quien manda es la Virgen.

Hoy es 10 de diciembre y el entramado de calles que circunda la jerezana Parroquia de San Pedro, celebra también el día de su Patrona, la suya y la de los Aviadores del mundo, es esa Virgen que desde siglos ha recibido, las oraciones y plegarias de los vecinos de una vieja collación, con identidad propia a pesar de su ubicación en el centro de la ciudad, un barrio escondido, castizo, con sabor clásico y de profundas raíces devocionales.

San Pedro vive su fiesta cada 10 de diciembre porque ese es el día de su patrona, la Virgen de Loreto, la que en Semana Santa se hace soledad penitencial y hoy es gloriosa reina de los cielos.

La fiesta de Loreto es mucho más que una solemnidad litúrgica, porque cada 10 de diciembre es un resurgir de emociones, de sentimientos y de recuerdos.

El 10 de diciembre pertenece al Jerez intramuros del ayer y del hoy, recuerdos de una Base de la Parra, unida a la vida y la historia de tantos jerezanos, recuerdos de uniformes azules y de cofrades antiguos que ya no están, recuerdos de celebraciones y condecoraciones, de juras de banderas y corales solemnizando función solemne en la Parroquia del Apóstol.

En la tarde de hoy en San Pedro se sigue haciendo historia, porque es 10 de diciembre y es el día de Loreto, la que manda allí, la que sigue siendo depositaria de la fe y las creencias de un barrio y de sus numerosos devotos, la que vela por todos los que, como dice el himno del Aire, "Alegre la mano, tenaz el empeño, la rosa del viento tomamos por cruz, jamás bajaremos desde nuestro sueño a una España sin gloria y sin luz".

Una gloria y una luz que sólo se consigue gobernando desde la tolerancia y el respeto a la fe y a la historia de los pueblos. Como diría Juan Luis Cebrián, gobernar no es mandar, por mucha mayoría que se tenga. Ningún gobernante ha movido montañas, la fe sí.
(Artículo publicado en Información Jerez el 10 de diciembre de 2005)

Triduo de Gloria en honor de la Virgen de Loreto con motivo de su festividad litúrgica. La foto corresponde a los años finales de la pasada década de los setenta y está tomada en el altar mayor de la entonces sede provisional de la Cofradía la iglesia de Santo Domingo.


Viernes Santo de 1971, una representación del Ejercito del Aire, presidida por el recordado Teniente General Pardo acompaña a su patrona. La foto está tomada en la confluencia de la calle Bizcocheros con Caracuel, donde podemos contemplar el desaparecido tabanco llamado el nº 1.

jueves, 8 de diciembre de 2011

MONUMENTO A LA INMACULADA



           La Inmaculada Virgen María habitaba, desde su unión con San José, en Nazaret. Era San José un sencillo artesano, que ganaba el pan con el sudor de su frente y ayudaba a María cuanto podía. Ella, la mejor, la más dulce y afable de todas las de su sexo iba a ser destinada por Dios a concebir en su cuerpo inmaculado al Salvador del mundo.

Aquella noche María velaba en su oratorio y releía las palabras de Isaías: "He aquí que una virgen concebirá y dará a luz un hijo que será llamado Emanuel". Detenida la lectura, principió a meditar esta profecía, pensando en lo íntimo de su corazón: "¡Oh Señor! ¿Quién será esta virgen digna de concebir al Hijo de Dios, digna de ser Madre de Dios y Reina del Cielo? ¡Oh cuán bienaventurada será esta mujer! ".

Hablando de tal suerte se le iluminaban los ojos, sin suponer siquiera, en su excesiva humildad, que las palabras del profeta se dirigieran a ella. En este preciso momento, un resplandor iluminó el oratorio, la luz dejó ver una forma humana. Aquel cuerpo, que no era materia, entró en silencio y con profundísima humildad, pues no venía a ordenar, sino más bien a suplicar el consentimiento de la Virgen.

Viole María acercarse, refulgente de luz y cubierto de vestidos resplandecientes. Le vio con sus ojos corporales, pero al mismo tiempo la mirada de su inteligencia penetró su naturaleza espiritual. El ángel le dijo: "Salve, llena de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre las mujeres". María se turbó al oír tal saludo y el ángel al verla la tranquilizó: "No temas nada María, pues has hallado gracia delante del Señor. He aquí -le dice- que concebirás y darás a luz un hijo a quien llamarás Jesús. Será grande y se le llamará Hijo del Altísimo. El Señor le concederá el trono de David, su padre, y reinara eternamente sobre la casa de Jacob". María. reflexionando en los bienes que habían que acompañar el nacimiento del Salvador, su profunda sumisión a la voluntad divina y su ardiente caridad para con los hombres, la persuaden a dar su consentimiento a la palabra del ángel pero por otra parte, recordando el voto de virginidad que la ligaba y no sabiendo cómo conciliar ese voto con la maternidad divina, quiso aclarar este punto: "¿Cómo sucederá esto -repuso- puesto que yo no conozco varón?" "El Espíritu Santo descenderá a ti -le dice el ángel- y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, y el fruto santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios".

EI anuncio de un prodigio tan extraordinario necesitaba ser refrendado. El ángel garantiza el milagro: "Y he aquí -añade- que Isabel, prima tuya, ha concebido un hijo en su vejez, y la que era estéril, está ahora en el sexto mes, pues nada hay imposible para Dios". Informada así María de cuanto Dios quería que hiciese, resolvió con pleno conocimiento de causa y con la ayuda divina, dar su consentimiento, y dijo entonces al ángel: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra". inclinase respetuosamente el celestial mensajero y se retiró, María quedó como aturdida, e inclinándose sobre su oratorio le vino de nuevo la voz del ángel:"Todos los pueblos se inclinarán hacia ti y te invocarán una y mil veces con el “Ave María Purísima”, contestando con la más sentida expresión “Sin Pecado Concebida”. Proclamarán por todos los rincones del mundo tu Inmaculada Concepción. Profetas y teólogos defenderán tu inmaculada Pureza. En Roma, cuna de la iglesia de tu Hijo Jesucristo, un Pontífice Santo proclamará a la faz del mundo el dogma de tu lnmaculada Concepción, y el mundo entero estallará en exceso de júbilo filial".

Y  cumpliéndose la profecía, en la vieja lberia serían prelados y monarcas los que con el pueblo sencillo vendrían a ser el instrumento de la Divina Providencia para allanar el camino de la definición de su Misterio. La defensa se haría tan acérrima en el sur, tierras de la Tartessos coetánea a la Anunciación, la posteriormente tomada por el lslam y más tarde reconquistada para la fe en Cristo, que saldrían cofradías invocando su Purísima Concepción, se levantarían estandartes con el lema Sin Pecado Concebida, llegándose incluso a prestar juramento de sangre en defensa de tal dogma. Y en Jerez, la ya entonces muy conocida por sus vinos, acontecería el primer cabildo municipal, el que en nombre de toda la ciudad habría de realizar el Voto de su defensa inmaculista. Por ello, y en aquel rincón del mundo, había de tener la salvaguarda más firme de su condición purísima. Numerosas efigies representándola como Reina Inmaculada la acreditarían, multitud de fieles la invocarían como la Virgen de las Vírgenes, cada año los cofrades seguirían jurando ante los Santos Evangelios derramar hasta la última gota de su sangre por su Inmaculada Concepción.

Y allí, levantarán ese monumento que recordará al mundo entero que para dirigimos a Ella habrá que mirar siempre hacia el cielo. Al igual que tantas ciudades del mundo, la ya entonces llamada Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera no será menos, y con la categoría impresionante de su ser inmaculado, se vestirá de fiesta, llenando sus calles de azul v blanco para, entre simpecados y cantos inmaculistas, proclamar universalmente la profecía: "Bienaventurada me llamarán los pueblos en su lengua, de generación en generación".

La voz del ángel enmudeció y María mira al cielo meditando sobre aquella responsabilidad no sólo de Ella ante el mensaje del ángel sino también la de aquellos otros que durante siglos harían votos hasta derramar la última gota de su sangre en defensa de su Concepción Inmaculada. Los católicos jerezanos, haciendo gala de su sentimiento mariano unieron sus devociones para, como una piña, levantar el más grande de los monumentos. El monumento a la lnmaculada Concepción de María, aquella mujer preservada del pecado para acoger en su seno al Hombre que dará su vida, en muerte de cruz; para redimir a toda la humanidad.

A María le aturdió la responsabilidad y en Jerez quedó para la eternidad patentada las entrañas inmaculistas de un pueblo creyente, fiel y, por encima de todo, aunque en sus títulos aún no figura, eminentemente MARIANO.
(Artículo publicado en Información Jerez, suplemento COFRADE, bajo el epígrafe "Crónicas Decimonónicas" y firmado por mi bajo el seudónimo de "Escribano segundo". Siendo la primera vez que en prensa aparecía la petición de que en Jerez se levantara un monumento a la Inmaculada, posteriormente el Ayuntamiento encargó la maqueta de dicho monumento que hoy se puede contemplar en el Obispado jerezano esperando su realización)

Frontispicio del siglo XVII perteneciente a la casa de los Basurto en la plaza jerezana del mismo nombre. En la jaculatoria puede leerse "Concebida sin pecado original".


Retablo cerámico instalado en la fachada de la iglesia de San Francisco en memoria del tercer centenario del voto concepcionista hecho por la ciudad de Jerez de la Frontera desde 1617.


Retablo cerámico concepcionista colocado en la fachada del Consistorio jerezano en 1924 a expensas del Marqués de Villamarta, Alcalde de Jerez, en memoria del voto capitular de 1617 renovado en 1904.


Retablo cerámico colocado en 1904 en la fachada lateral del jerezano templo de San Miguel con motivo del cincuentenario de la proclamación del Dogma de la Inmaculada. Curiosamente los tres reproducen la célebre Inmaculada Concepción de Murillo.























martes, 6 de diciembre de 2011

MERECIDO HOMENAJE


Cuentan los anales históricos que en el año de 1268, a los cuatro de ser reconquistada la ciudad de Jerez por el rey D. Alfonso X el Sabio, según la tradición, hizo la fundación del Monasterio de la Merced, el ínclito Obispo y mártir de la Orden, San Pedro Pascual de Valencia, y dice el historiador Rallón que “había el rey señalado sitio: para el convento de San Francisco, al oriente de la ciudad; de la parte norte, para el convento de Santo Domingo; y esta fundación de la Merced la hizo al occidente, fuera de ella, a la misma distancia de la muralla, que se habían fundado los dos primeros, y vino a caer entre dos puertas, que hoy llamamos de Santiago la una, y la otra de Rota”. Cuentan las crónicas que el tiempo que el santo fundador estuvo en Jerez fue abriendo las zanjas para el edificio material y espiritual de lo que con el paso de los años sería una virtuosa orden redentora de cautivos y custodia de la más arraigada devoción mariana de Jerez, la de la Virgen de la Merced.

Desde entonces los mercedarios han sellado con su obra y su permanente servicio a la ciudad una página de oro de la misma, recordemos sus enseñanzas, su constante disponibilidad, aquella barriada de la Coronación “por un Jerez mejor y más humano”, el mantenimiento y embellecimiento de la Basílica. Ilustres jerezanos han aportado prestigio a la Orden, como el Padre Rendón Sarmiento, nacido en el siglo XV, gran predicador y celoso misionero; o el Padre Juan de Salazar que murió mártir en Paraguay o el jerezano Padre Francisco de Medina y Arteaga, designado general de la Orden o el Padre Fernando de Illescas, que siendo Vicario General consiguió del Papa Urbano VIII la reforma de la Orden; o el Padre Francisco de Vera, Obispo de Perpiñán y Salamanca; el padre Antonio de Vigo , arzobispo de Lima o el Padre Fray Fernando de Sierra que fuese Vicario General de Méjico. También la Orden ha aportado muchos valores a la ciudad y entre ellos el recordado Padre Manuel Fernández que a su celo y su trabajo incansable se consiguió no solo el anhelado hito de la Coronación Canónica de la Virgen de la Merced, sino también la elevación del santuario jerezano al rango de basílica y el reconocimiento del Patronazgo Canónico.

Herederos de tanta historia y gloria son hoy los actuales frailes que custodian el convento, el templo y las devociones mercedarias de la ciudad. Más de siete siglos de la presencia de los hijos de San Pedro Pascual unidos al devenir histórico de Jerez. Por eso el homenaje del pasado viernes al Padre Felipe y a los miembros de la Orden Mercedaria no vino más que a hacer patente la gratitud de un pueblo a quienes son herederos de altura de una Orden que forma parte, con todos los honores, de la rica historia local. Frailes  de hoy que, además de tan importante legado, han cumplido con creces los deseos de su fundador adaptándose, sin abandonar sus cimientos, a una sociedad jerezana muy distinta ya a la de sus orígenes. La masiva respuesta al homenaje del viernes fue la prueba evidente de todo ello. 
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 4 de diciembre y al día siguiente en VIVA JEREZ) 

Claustros del convento de la Merced antes de la restauración. Fotografía de mediados del pasado siglo XX.