El
Ayuntamiento jerezano acaba de presentar los actos conmemorativos del 750
aniversario de la incorporación de la ciudad a la corona de Castilla, es decir,
a los dominios cristianos.
Una
reconquista con sus luces y sus sombras que ahora celebramos con una mirada
atrás, pero hay otra conquista, que nos urge mucho más, que es la conquista del
derecho a la ciudad, el derecho a la reconquista de una ciudad que se nos ha
alterado y, en el peor de los casos, se nos ha derrumbado, en parte, con el
paso del tiempo y que hay que reconstruir.
750
años después Jerez necesita una nueva reconquista, la reconquista de una ciudad
que ha ido perdiendo mucho de su esencia, de aquello que le imprimió carácter y
personalidad, de todo aquello que surgió de esa reconquista que ahora conmemoramos.
El derecho a la ciudad es el derecho
de toda persona a crear ciudades que respondan a las necesidades humanas. El
derecho a la ciudad como lo afirma David Harvey, no es simplemente el derecho a
lo que ya está en la ciudad, sino el derecho a transformar la ciudad en algo
radicalmente distinto. El derecho a la ciudad que reivindicando su pasado pueda
construir su futuro.
La reivindicación de la posibilidad
necesaria de crear otra ciudad, se basa en los derechos humanos, y más
precisamente en los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC). El
fenómeno de la ciudad está analizado y pensado a través de los conceptos de
ciudadanía y espacio público con una visión integral e interdependiente de los
derechos humanos para lograr la meta de recuperar la ciudad para todos sus
habitantes. Sin embargo, es importante aclarar que el derecho a la ciudad no es
un derecho más, es el derecho a hacer cumplir los derechos que ya existen
formalmente. Por eso el derecho a la ciudad se basa en una dinámica de proceso
y de conquista, en el cual los movimientos sociales son el motor para lograr el
cumplimiento del derecho a la ciudad. Hay que recuperar el casco histórico, los
parques, las calles que se tapiaron, las zonas de aparcamientos y demás
espacios públicos, las fuentes de riqueza, la rentabilidad de su rico
patrimonio para los ciudadanos.
Para conquistar el derecho a la
ciudad, es necesario primero difundir lo que es en esencia, activar los
procesos de movilización social e incidir en la formulación de políticas
públicas. Este proceso se ha desarrollado de manera amplia en varios países de
América Latina, unas experiencias de derecho a la ciudad desarrolladas,
también, en otros países del mundo donde se ha demostrado que otra ciudad es
posible.
Eso implica cambios estructurales
profundos en los patrones de producción, consumo y en las formas de apropiación
del territorio y de los recursos naturales. Tomando en cuenta la crisis global
que vivimos hoy día, y que presenta un carácter sobretodo urbano (partiendo de
la crisis del mercado inmobiliario en Estados Unidos), Sí, existen alternativas
al desarrollo urbano basado en la mercantilización, la privatización, el
deterioro de los vínculos sociales, y el derecho a la ciudad es una
herramienta, una propuesta para lograr la construcción de ciudades diferentes
en donde todos puedan tener un lugar para vivir en dignidad.
Ojalá esta conmemoración que ahora
celebramos de los 750 años de la reconquista nos sirva también para
reconquistar ese derecho a la ciudad que todos aspiramos. Un punto de inflexión
en donde Jerez se reencuentre con su esencia y ello suponga una realidad
completamente distinta, siempre para mejor y a todos los niveles.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 6 de octubre de 2013 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
Año 1964. Descubrimiento de la estatua de Alfonso X el sabio en Jerez, con motivo del séptimo centenario de la reconquista cristiana |
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