El lamentable suceso acaecido en Sevilla, donde un individuo que parece tener sus facultades mentales perdidas, porque muy cuerdo no se puede estar para intentar destrozar al Señor de Sevilla, a la universal imagen del Gran Poder, ha traído a colación la importancia no solo de la conservación y seguridad del patrimonio histórico-artístico, sino también del patrimonio inmaterial y en eso el Señor de Sevilla es un claro ejemplo de un patrimonio de siglos depositado en miles y miles de devotos que han convertido a esta prodigiosa talla del genial Juan de Mesa en el abanderado de la religiosidad popular del mundo.
Por eso afirmar que lo ocurrido el pasado domingo en Sevilla es un atentado solo contra el patrimonio histórico-artístico es algo sumamente pobre, incompleto, ignorante y una forma de devaluar a tan portentosa imagen. ¿Donde queda el patrimonio inmaterial? ¿Donde queda ese patrimonio de fe y la devoción, acumulado durante siglos por millones de personas? ¿Donde quedan los sentimientos que despierta la talla no solo a sevillanos?.¿Que hubiese pasado si la talla no fuese de gran valía artística pero con la misma devoción universal? Ejemplo de ello tenemos muchos, y en la misma Andalucía.
Falta, por tanto, que el código penal recoja, también, el atentado contra el patrimonio inmaterial. Lo dejó escrito el otro día Antonio Burgos, en su recuadro diario :¿Que pasaría si un funcionario de Prisiones, entre tarambana y majareta, al término de un solemne acto en la casa de juntas, cogiera la motosierra que llevara en la mochila y talara el árbol de Guernica?¿que le imputarían?¿ un atentado ecológico acaso?. ¿Que pasaría si un loco fanático destruyera el muro de las lamentaciones? ¿Que hubiera pasado si detrás de la caída las torres gemelas hubieran estado solo dos locos?¿se hubiera considerado solo un atentado contra el arte constructivo de vanguardia?.
La salvajada contra el Gran Poder, es quieran o no, un asalto a los sentimientos más arraigados de toda una civilización, la llamada cristiana en la que se basa toda la cultura de occidente, porque el Gran Poder es para muchos millones de personas mucho más que historia, mucho más que arte y mucho más que una talla, es algo tan importante como el sustento de sus vidas, las de sus padres y abuelos y las de todos aquellos que ven en dicha imagen al Gran Poder del mundo.
El patrimonio inmaterial es un auténtico tesoro de la humanidad. ¿ O no es patrimonio inmaterial todo aquello que sin poderse tocar pero forma parte común de nuestros gozos y nuestras alegrías, de nuestros deleites y de nuestras emociones? ¿No sería un atentado contra el patrimonio inmaterial tapar los atardeceres de la Alhambra? ¿no sería un atentado contra el patrimonio inmaterial callar las voces flamencas? ¿no sería un atentado contra el patrimonio inmaterial eliminar los silencios de la Maestranza?.¿no es un atentado contra el patrimonio inmaterial el intentar destrozar todo aquello que, aún sin verse identifica a un pueblo?
El patrimonio inmaterial es quizás más importante que el material porque el patrimonio histórico- artístico se repone, hoy todo se puede volver a reconstruir, tanto lo histórico como lo artístico, pero las heridas en el sentimiento dificilmente se curan, quedan marcadas para siempre en lo más íntimo de cada uno, y la fe y las creencias, junto con la devoción y el amor de quienes tienen a cualquiera de estas imagenes como parte importante de su vida, esas no permiten que un loco cualquiera venga a dañarla porque merecen la misma protección que cualquier otro patrimonio.
Sin ir más lejos, en nuestra ciudad, merece la pena ir un lunes a la jerezana iglesia de San Lucas, un Miércoles Santo a Santiago o un Viernes Santo a San Telmo para entender lo que es ese patrimonio inmaterial que tanto nos identifica,. y eso, digan lo que digan las leyes, es intocable.
(Artículo publicado en Información Jerez el 26 de junio de 2010. Hoy publican los medios de comunicación que el Instituto Andaluz del Patrimonio Artístico ha ratificado al Señor del Gran Poder como "Referente patrimonial" en un informe remitido al juzgado de instrucción que lleva el caso de la agresión a la devoción hispalense.)
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| Los sentimientos tan arraigados en la Semana Santa son un tesoro del patrimonio inmaterial de la ciudad |
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