La pasada semana la Bodega Díez-Mérito inauguró la reapertura de uno de sus cascos emblemáticos en el centro de Jerez, la antigua bodega Bertemati de la calle Diego Fernández de Herrera. Los primeros afortunados que pudieron hacer esta visita a estas magníficas instalaciones fueron un grupo de suecos residentes en nuestro país que quedaron encantados de poder disfrutar de los grandes vinos de esta casa centenaria. Todos siguieron con gran atención las explicaciones sobre la historia de la bodega y se maravillaron ante la elegancia de los caldos que con tanto esmero se miman entre sus muros.
Rodeada de nuevas edificaciones y amplias calles la Bodega Díez-Mérito está ubicada en la actualidad en este interesante edificio que construyera en el siglo XIX, el marqués de Misa y que tiene la peculiaridad y el atractivo para los visitantes que sus naves están cubiertas por bóvedas de aristas en los extremos y vaídas en el resto, diferenciándose de la típica edificación bodeguera con cubiertas de madera de clara inspiración mudéjar. Un singular edificio al que se accede, dejando atrás su hermoso jardín de rosas, por una artística cancela de forja procedente del sevillano palacio de las Sirenas.
Esta nueva oferta viene a señalar el enorme potencial turístico que posee nuestra ciudad en cuanto al sector bodeguero. Muchas han sido ya las firmas que han visto aquí un filón importante de cara a la generación de ingresos que vengan a solventar los difíciles momentos que vive el sector. Recordemos solo la apuesta importante que recientemente presentó en Fitur González Byass, un proyecto para poner en marcha un hotel de cinco estrellas, ubicado en la plaza de la Encarnación, una infraestructura de lujo pensada para que el cliente respire el aroma a vinos desde la misma entrada hasta las habitaciones, pasando por el salón, etc. Una oferta a la que se uniría la apertura de una ruta del vino en el núcleo que la compañía tiene en el Carrascal, que incluiría restaurantes, hoteles y casas rurales, además de catas de vinos, visitas para grupos y paseos en bicicleta, coches de caballos y tren. Una propuesta muy interesante que se vendría a unir a cuantas otras existen ya en la ciudad.
El turismo especializado en vinos y gastronomía, el llamado enoturismo, ha experimentado en los últimos años un importante avance y cada vez son más numerosos los aficionados que se deciden a viajar con el vino y la buena mesa como objetivo lúdico. Hay que aprovechar, por tanto, esta tendencia. Las Rutas del Vino y el Brandy del Marco de Jerez han dado un paso de gigante en este aspecto. Empresas y administraciones se han concienciado de la necesidad de aprovechar el potencial de este nuevo sector turístico que se encuentra actualmente en auge en otras regiones vitivinícolas del mundo.
Iniciativas como las de Diez-Mérito o González Byass y todo el enoturismo, vienen a confirmar que en el futuro turístico de las bodegas jerezanas puede estar uno de los grandes generadores de empleo y riqueza para la ciudad. No hay que olvidar que los viajeros, al igual que antaño, aún tienen mucho que decir en todo lo referente al Marco de Jerez y en el gran atractivo bodeguero que atesora.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 20 de noviembre y el lunes 21 en VIVA JEREZ)
Etiqueta perteneciente a la bodega Diez Mérito |
Imagen retrospectiva de los escritorios de la bodega González Byass |
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