En tiempos remotos, era muy debatido el tema de la existencia o no, de tres clases de música: la instrumental, conocida por todos; la música humana, que reflejaría la armonía entre el cuerpo y el espíritu y la música celestial o mundana, también llamada "música de las esferas", considerada inaudible para los sentidos, pero que estaba determinada por la velocidad y distancia de los astros. Incluso, se llegó a afirmar que las siete notas de la escala musical se correspondían con los siete planetas del sistema Solar, mientras que las doce consonancias o series de acordes equivalían a los doce signos del Zodíaco. Para algunos, hasta se volvió motivo de preocupación averiguar si en el Cielo se cantaría esa música. Todas estas quiméricas conjeturas acabaron por dar origen a la expresión música celestial, que con el correr del tiempo se aplicó para desdeñar -por vanas e inútiles- aquellas promesas que se hacen envueltas en palabras sonoras y engañosas.
Pues bien, en Jerez este domingo tendremos mucho de música celestial, por un lado la de los políticos metidos en campaña electoral con sus discursos de promesas y palabras sonoras, y por otro la de las bandas jerezanas que juntas celebrarán, en un pasacalle primero y en un concierto después en el Alcázar, la fiesta de Santa Cecilia.
Santa Cecilia fue nombrada patrona de la música en 1594 por el Papa Gregorio XIII y, a través de los siglos, su figura ha permanecido venerada por la humanidad con ese padrinazgo. Su fiesta es el 22 de noviembre, fecha que corresponde con su nacimiento y que ha sido adoptada mundialmente como el Día de la Música. El padrinazgo de la música le fue otorgado por haber demostrado una atracción irresistible hacia los acordes melodiosos de los instrumentos. Su espíritu sensible y apasionado por este arte convirtió así su nombre en símbolo de la música.
Hoy Jerez se llenará de esa otra música celestial que tanto apacigua a las fieras, esa música que tanto atrae a los sensibles, a los apasionados por todo lo que sea arte, esa música que tanto cautivaba a Cecilia, la santa de la auténtica música celestial.
En el siglo II antes de Cristo el músico chino Yuel-Si afirmaba que la música es la armonía del cielo y la tierra. Platón, por su parte, defendía que la música era para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo. Para Pitágoras la música es un nexo entre el hombre y el cosmo. Para otros célebres compositores la música, que es el verdadero lenguaje universal, es la aritmética de los sonidos, como la óptica es la geometría de la luz. El propio Beethoven dejó dicho que la música constituye la revolución más alta que ninguna filosofía.
La música llenará las calles jerezanas de este otoñal domingo, sus sonidos se perderán en las alturas de los cielos jerezanos, en una auténtica armonía entre el cielo y la tierra. Entre tanta palabrería, griterío y molestos ruidos que nos azotan en el mundo de hoy, dejemos espacio para la auténtica música celestial que nos eleva los sentidos y que, excavando en el cielo, tanto nos puede aliviar el espíritu.
(Artículo publicado ayer lunes en VIVA Jerez y el pasado domingo 13 de noviembre en Información Jerez)
Bello contraluz de D. Moisés Davia Soriano director que fuera de la Banda Municipal jerezana Fotografía del ayer de otro director, un joven Joaquín Villatoro Medina al piano, años antes de hacerse cargo de la Banda Municipal de Jerez. |
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