Recientemente ha trascendido la muy grata noticia para Jerez de la restauración del Palacio de Riquelme como Museo de Pinturas, algo que además de potenciar esa zona del barrio de San Mateo, servirá como incentivo turístico y recuperará, para la ciudad, uno de sus más nobles edificios renacentistas, la mansión que mandó construir en 1562 don Hernán Riquel para gloria de su linaje.
El Palacio de Riquelme, en la plaza del Mercado, ha sufrido, durante años, un proceso de deterioro y ruina, debido a su abandono. La propuesta museística vendrá a ser la salvación para un noble edificio en el que hasta el momento no ha cuajado ninguna iniciativa.
Otros palacios jerezanos no corrieron la misma suerte, y así cayeron en aras de un progreso mal entendido, históricas e insignes mansiones tales como las del Marqués de los Álamos del Guadalete o la de la Marquesa de Salobral.
El palacio del Marqués de los Álamos del Guadalete estaba situado en la calle Francos, donde tenía su entrada principal; en la plaza de la Compañía poseía portada, con frontón partido y escudo nobiliario, que daba acceso a un hermoso jardín. Característico de su fachada era el enorme balcón corrido y sus grandes ventanales que daban a unos suntuosos salones, que en su época de esplendor lucían magníficos tapices. En su interior se situaba un bello patio de columnas y arcos de medio punto con profusa decoración de cantería tallada, a su derribo este patio fue desmontado por piezas y trasladado a una zona residencial de Madrid, afortunadamente los elementos que adornaban su recoleto oratorio se conservan en la Parroquia de San Marcos, principalmente el retablo dieciochesco, y varias de sus pinturas en el convento del Carmen.
El Palacio de los Álamos es parte ya de nuestra riqueza monumental desaparecida, la nefasta política de respeto al patrimonio de los años sesenta y setenta del pasado siglo hicieron desaparecer esta señorial mansión que hoy, siguiendo los causes de conservación imperante, estaría recuperado para la ciudad y sus visitantes.
Y otra de las nobles moradas que conoció los efectos de la piqueta ante la ignorancia patrimonial y la apatía general de los jerezanos fue la antigua casa de Aboludoy, posteriormente de los Marqueses de Salobral, mansión que se encontraba ubicada en la Alameda de Cristina, justamente delante de donde hoy se levanta el monumento al enganche, en sus aposentos se hospedaban los prelados hispalenses en sus visitas pastorales a Jerez. Este palacio con su sobria fachada y airoso mirador, que presidía la alameda y se asomaba a todo Jerez, fue testigo de numerosos acontecimientos de la vida local y formaba junto con el también desaparecido edificio del colegio La Salle, el palacio de Domecq, el convento dominico y la iglesia de San Juan de Letrán un armónico conjunto de fachadas que daban personalidad y carácter propio a los antiguos llanos de San Sebastián.
La concienciación urbanística en torno a los nobles edificios jerezanos ha variado muchísimo en pocos años, la catalogación de edificios protegidos ha supuesto un gran avance ante las atrocidades que se han cometido en pasadas épocas con el patrimonio local. Aún recuerdo de pequeño, con auténtica pena, los sillares del patio del Marqués de los Álamos numerados en la plaza de la Compañía, para su traslado a Madrid, las enormes columnas del retablo mayor de San Pedro caer por empuje de una grúa, la destrucción del antiguo Colegio de la Salle y del Palacio de Salobral, el solar de lo que yo había conocido como convento del Carmen o de Madre de Dios o la desaparición del noble edificio de las Angustias, entre Corredera y Levante. En esto de la conservación del patrimonio artístico no se puede decir que en Jerez cualquier tiempo pasado fue mejor.
(Artículo publicado en Información Jerez el 2 de julio de 2005. El Ayuntamiento jerezano acaba de anunciar que la pinacoteca de Rivera se ubicará finalmente en los restaurados claustros dominicos, una buena noticia por cuanto supone de recuperación de este conjunto monumental tras su largo periodo de obras y, por otro lado, vuelve a dejar al abandonado palacio de Riquelme sin perspectivas de futuro.)
Hola, tras una investigación muy larga había creído entender que la casa Francos 20, que ahora es una delegación de rehabilitación del ayto. es parte de lo que antiguamente fue el palacio marqueses Álamos del Guadalete.
ResponderEliminar¿Le suena de algo que sea así?