domingo, 6 de febrero de 2011

REUTILIZAR LOS PALACIOS


Los grandes palacios dejaron, hace tiempo, de ser rentables para las familias adineradas, su alto coste de mantenimiento, su poca adecuación a las exigencias actuales del confort y la utilidad, la protección artística que sobre ellos se ejerce y su ubicación en lugares de poca accesibilidad hacen que muchos de ellos hayan sido reutilizados como hoteles con encanto, para fines comerciales si se ubican en zonas céntricas, para usos sociales tras ser adquiridos por la administración o en el peor de los caos permanecen olvidados expuestos al expolio y a la destrucción. El último caso ocurrido en Jerez de este tipo de expolios se produjo en el palacio de San Blas, conocido como del Pantera, en pleno barrio de San Mateo, donde la policía pudo finalmente recuperar  la puerta de acceso, que es de madera del siglo XVII, dos pozos de mármol de XVII, rejas de hierro forjado, balcón del mismo material, terrazas de cerámica, radiadores, barandillas de ébano macizo y numerosos metros de azulejos de cerámica. Los efectos están valorados en más de 74.000 euros, además de su valor cultural y artístico.
   
Esta noble mansión era una de esos palacios, que, en el casco histórico jerezano, iban a convertirse en un atractivo hotel con encanto. Mejor suerte han tenido los de Pemartín en la plaza de las Angustias, que posteriormente fue convento de las Siervas o Garvey en plaza Rivero (en la foto) por mencionar los más imponentes que han sido reutilizados para uso hotelero. Otros como el palacio de Villamarta convertido en la actualidad en local comercial Los de Villapanés y Jácome en San Cristóbal como centro de estudios,Abrantes sede de la Escuela Ecuestre, Puerto Hermoso actual Comisaría o Pemarín en plaza San Juan donde radica la Fundación de flamenco han encontrado un aprovechamiento que les permite un adecuado mantenimiento. A estos hay que unir los de Bertemati , actual Obispado, Rivero sede la Fundación Teresa Rivero o Domecq Díez hoy Casino Jerezano., Readaptados para oficinas o viviendas han sido reutilizados los del barón de Algar en plaza Carrizosa, Dávila en calle Benavente Alto, Martel en Corredera  y Mendoza en Chancillería , así como una serie de casas señoriales que también se han ido reutilizando para otros menesteres evitando con ello su abandono y destrucción
   
En la calle San Agustín existe un enorme caserón con portada del siglo XVIII que, tras varios años de dejadez y total abandono, fue adquirido para su adaptación como un nuevo hotel con encanto, acometiéndose una importante intervención pero que, como lo ocurrido con el palacio de San Blas, también vio paralizadas las obras como consecuencia, entre otros factores, de la crisis económica. Esta pasada semana se ha tramitado por la junta de gobierno local la licencia de utilización al término de las obras y la autorización municipal previa al inicio de la actividad, por lo que, como afirmó el Delegado de Urbanismo "podemos estar hablando que en algo más de un año contaremos con otro importante establecimiento hotelero en pleno centro de la ciudad, casi en su mismo 'salón', lo que sin duda contribuirá a revalorizar y dinamizar el 'corazón' de Jerez, un objetivo prioritario para este gobierno"
   
La reutilización de los nobles palacios jerezanos está siendo, en esta nueva era,, la salvación de muchos de ellos. Con más o menos respeto a cuanta riqueza histórica, artística y monumental atesoran, en tiempos de crisis, es la salida más conveniente cuando los bolsillos no pueden mantener tan noble y preciada herencia. Riquelme en el Mercado, Montegil en plaza Belén, Grande de Villapanés en Empedrada, Angulo en Porvera y San Blas, entre otros, están en la cola para su restauración o reutilización, no le hagamos esperar mucho tiempo porque se puede llegar tarde.
(Artículo publicado en Información Jerez ayer sábado 5 de febrero de 2011)


El palacio de Riquelme es un claro ejemplo de abandono y destrucción por falta de una reutilización adecuada y a tiempo.




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