DEDICADO AL BENEMÉRITO CUERPO DE LA GUARDIA CIVIL QUE HOY HA CELEBRADO JORNADA DE PUERTAS ABIERTAS PARA LOS NIÑOS JEREZANOS.
La guía “Jerez, artística y monumental” es una excelente publicación de los licenciados en Historia del Arte, Pablo J. Pomar y Miguel A. Mariscal; un libro imprescindible para todo aquel que quiera conocer la riqueza artística y monumental que encierra Jerez de la Frontera.
Esta interesante obra nos habla del convento de San Agustín de Jerez, informándonos que desde 1532 se remonta la presencia agustina en la ciudad, cuando estos frailes recibieron la desaparecida ermita de Nuestra Señora de Guía de la Alcubilla. En 1623, debido a la precariedad de la fábrica y a las continuas inundaciones, al pasar por allí el arrollo de Curtidores, la comunidad se traslada al lugar que ocupaba el extinto Hospital del Pilar, frente a la Puerta del Campo del Alcázar. Tras la Desamortización de Mendizábal, el convento pasó a desempeñar funciones de cuartel de infantería y, posteriormente, y hasta hace pocos arios, de la Guardia Civil, siendo hoy rehabilitado para la Gerencia de Urbanismo.
El padre Esteban Ibáñez, en su estudio sobre las órdenes religiosas establecidas en Jerez, nos indica que el 30 de enero de 1623 el padre Francisco Granillo, prior del convento de Guía, adquiere unas casas colindantes con el antiguo Hospital del Pilar, propiedad de los herederos de don Pedro Henríquez Colorado y, sin demora, al día siguiente de la compra, al decir de los cronistas, la comunidad agustina se traslada a la nueva residencia, permaneciendo sólo tres religiosos en el monasterios de Guía. En 1624 se inician las obras del nuevo convento, amplio y con un hermoso claustro, siendo levantada una bella iglesia que queda terminada en 1643.
El convento de San Agustín y su iglesia sufrieron muchos desperfectos durante la ocupación de las tropas napoleónicas en 1810, siendo reconstruido luego por el incansable jerezano, el padre Ramón Rendón, prior en varios trienios de la comunidad. La iglesia fue derribada en 1919, conservándose el claustro principal y el de novicios.
Este histórico cenobio tuvo gran importancia en siglos pasados, llegó a contar con más de una treintena de frailes y de allí salieron ilustres misioneros, escritores y predicadores nacidos en tierra jerezana. Morador de este convento fue el Iltmo. Señor Manuel Tercero de Rozas, obispo de Icasia (Africa).
Afortunadamente todo este antiguo monasterio está siendo restaurado recobrando parte de su antiguo esplendor. En tan histórico marco y en su patio de novicios se expone, estos días, la apuesta del Ayuntamiento para el Jerez del futuro, el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, una apuesta de futuro que definirá urbanísticamente aJ Jerez en los próximos años
El Jerez del ayer mira al Jerez del mañana, un mañana que parece definido sino hubiese a la vuelta de la esquina, unas elecciones municipales, que delimitarán, en gran medida, la política jerezana de la nueva etapa municipal.
Cuentan que en cierta ocasión un actor de teatro mandó una invitación a un político, con la anotación de que le invitaba al inminente estreno de su obra, si en la mencionada fecha aún continuaba en el poder, contestándole el político que agradecía su invitación pero le era completamente imposible asistir al estreno, que intentaría acudir a la segunda sesión, si el escaso éxito de público alcanzado no obligaba la retirada de cartelera antes de tiempo.
El verdadero futuro de Jerez está a punto de estrenarse, pero no por lo que se expone en San Agustín, sino porque el público tiene que opinar y la auténtica opinión estará en primavera y en las umas. Ese será el momento de ver si el poder sigue recayendo en los mismos políticos y si la representación sigue estando en cartelera. Todo depende del público y el público, en democracia es quien tiene la última decisión, quien aplaude o quien obliga a retirar las obras.
(Artículo publicado en Información Jerez el 11 de noviembre de 2006. A las puertas de unas nuevas elecciones municipales el antiguo convento de San Agustín continua a medio restaurar)
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Imagen de otros tiempos del antiguo convento de San Agustín  |
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