Una de las figuras de la organización eclesiástica más conocida es la parroquia. Por parroquia se suele entender la división organizativa inferior a la diócesis, y subordinada al Obispo diocesano. Existen parroquias en la Iglesia desde tiempos muy remotos; en la iglesia de Roma aparece la ciudad dividida en titulus ya desde el siglo III, en lo que se considera un antecedente de la parroquia. Algunas de las actuales parroquias romanas aseguran existir desde esa época. Y en Europa no es difícil encontrar parroquias con más de mil años de existencia continuada e ininterrumplida, aunque han usado diversos templos en tan gran lapso de tiempo.
La definición de parroquia la da el canon 515 § 1: La parroquia es una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del Obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio.
En Jerez se crearon las primeras parroquias en tiempos de la reconquista, todas en el Jerez intramuros, poco tiempos después son los propios arrabales los que precisan de una atención pastoral surgiendo las nuevas parroquias de Santiago y San Miguel. La expansión de la ciudad se va acrecentando tanto que en el siglo XVIII San Miguel cuenta ya con dos templos auxiliares San Pedro en la collación de la Albarizuela y Santo Cristo de la Yedra en la zona de la plazuela. La ayuda de San Pedro a San Miguel se mantiene cerca de doscientos años hasta que el propio párroco del templo del arcángel observa que es tanto la demanda de atenciones religiosas por parte de los vecinos de San Pedro que se ve imposibilitado para atenderlos adecuadamente auspiciando que en 1911 el dieciochesco templo de San Pedro se eleve a la dignidad parroquial por decreto del entonces cardenal arzobispo de Sevilla Enrique Almaraz.
Cien años después la jerezana parroquia de San Pedro ya no es aquella que, por su extención y demanda de Sacramentos obligó un día a crear un templo auxiliar en esta zona y posteriormente una parroquia, ya su población emigró a las nuevas barriadas y núcleos residenciales, las viejas casas de vecinos han quedado vacias o se han ido trasformando en viviendas para una sola familia que, siguiendo la tendencia de los últimos tiempos, cada vez más alejadas de la vida eclesial. La pérdida de los valores cristianos y el compromiso de los fieles con las tareas pastorales ha llevado a una situación difícil para las comunidades cristianas que además cuentan con escaso apoyo de las instituciones y gobiernos que auspician, cada vez más, una sociedad laica en la que las profundas raices religiosas queden postergada y arrinconada a las oscuridades de las Sacristías.
La parroquia de San Pedro, en la actualidad, no es ajena a todas estas circunstancias de la sociedad que le ha tocado vivir y afronta el futuro con la esperanza de que estos cien años de historia sirvan para mucho más que una mirada atrás, para poner la vista en un horizonte en donde, sobre la base de lo vivido y el peso de la historia, se afronte el futuro como mínimo con esperanza y fe en Dios. Que aquella frase que marcó a la historia “Pedro, tu eres piedra y sobre esta piedra edificaré mi iglesia” siga siendo un revulsivo para seguir, después de tantas reconstrucciones como ha sufrido este templo, edificando la iglesia de las piedras vivas sobre esta castiza collación de San Pedro tan unida a la historia y a la religiosidad de Jerez.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado sábado 2 de julio de 2011 con motivo de la apertura de los actos conmemorativos del centenario de la Parroquia de San Pedro de Jerez)
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| El recordado párroco de San Pedro D. José Rodríguez oficiando una boda en el marco del desparecido templo |
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Rvdo. Padre D. Domingo García y Sánchez-Pavón, arcipreste de la ciudad y primer párroco de San Pedro. |
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