Lo ocurrido el pasado domingo en sudáfrica en el encuentro del mundial de fútbol entre la selección española frente a la holandesa ha supuesto mucho más que un simple triunfo de trascendencia deportiva. La victoria frente a la selección holandesa ha recobrado un espíritu de unidad en torno a los colores de la bandera nacional que ha tirado por tierra muchas teorías independentistas y de desprecio a unos colores que nos unen a todos los españoles. Pero es que además esta selección triunfadora del mundo ha demostrado con su actuación, de verdadero trabajo en equipo, que la unión hace la fuerza, que por encima de intereses particulares y de partidos, hay una nación única e histórica que como en las viejas canciones patrióticas sigue siendo "la nación poderosa que jamás dejó de vencer".
Y todo esto sin tener que ver con viejas rencillas del pasado, porque se ha demostrado estos días que el orgullo de sentirse español está profundamente arraigado por encima de lo que nos quieren vender quienes desprecian todo aquello que suponga la unidad indisoluble de la patria. Tan por encima de la instrumentación política está nuestra bandera roja y gualda que ni siquiera si por casualidades del destino, el partido se hubiese celebrado una semana después, es decir mañana domingo, 18 de julio, esas banderas españolas, que llenarían todo el territorio nacional, nada hubiese tenido que ver con aquellas otras que se enarbolaron hace setenta y cuatro años, ya que hoy y siempre nuestra bandera nacional está muy por encima de lo que haya podido significar en cada momento de la historia.
La fiesta nacional del pasado domingo con el triunfo de la selección española frente a la holandesa ha devuelto a los españoles la posibilidad de enaltecer aquellos símbolos y reivindicaciones que estaban postergados a la condena por el mero hecho de identificarse con una periodo concreto de nuestra historia, ha recobrado la posibilidad de dar vivas a España sin que nadie te mire de forma inquisidora, de que hasta Manolo Escobar vuelva con su " Viva España". y que se vanaglorie uno de decir: "Yo soy español, español, español."
A mi me trajo recuerdos a otros tiempos cuando el himno nacional se podía tocar donde y cuando se quisiera, tiempos de jura de bandera consciente de lo que significaba aquella enseña para la historia y la humanidad, tiempos en el que sentirse español y portar los colores rojo y gualda en cualquier rincón del territorio nacional no se consideraba una provocación ni era motivo de que te agredieran como desgraciadamente ha ocurrido estos días en Pamplona.
Frente a la holandesa la selección española nos ha enseñado que unidos podemos, que con gente como ellos se puede hasta hacer feliz a todo un país, que si nuestros gobernantes se afanaran en aplicar en su labor diaria ese esfuerzo y espíritu con el que la selección española ha conseguido el éxito mundial otro gallo cantaría.
En Jerez, frente a La Holandesa, una confitería que hubo en la calle Bizcocheros y que llenaba de olor a pestiños las vísperas de cada Navidad, que vendía unos dulces exquisitos sobre todo sus famosos bollitos de leche y que marcó una época del barrio de San Pedro, los niños de entonces éramos tan felices como los españoles el pasado domingo. Aquel rinconcito de tan popular vía, frente a la calle Valientes,, sector de un barrio donde se concentraba el corazón de una calle que era un centro comercial desde Larga a Gaspar Fernández, también tenía sus momentos de gloria frente a La Holandesa contemplando aquellos dulces. La calle Bizcocheros y su encuentro frente a La Holandesa era todo un acontecimiento. Aquel lugar perdió hace tiempo esa vida que le daba sus viejos almacenes y sus pequeños y populares comercios, un tiempo pasado, no se sabe si mejor o peor pero distinto, tiempos que han vuelto estos días gracias a unos jugadores que frente a la otra holandesa, entre banderas roja y gualda y con la voz de Manolo Escobar, nos han traído de nuevo ese pastel que nos sigue rememorando aquello de " ESPAÑA ES LA MEJOR"..
(Artículo publicado en Información Jerez el 17 de julio de 2010, una semana después de aquel memorable triunfo de la selección española de fútbol sobre la holandesa)
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| En esta pastelería de la calle Bizcocheros estuvo durante muchos años la confitería La Holandesa de dulces recuerdos para todos los vecinos del barrio. |
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