Frente a las pequeñas y oscuras iglesias rurales del románico, el gótico elevó en la edad media prodigiosas catedrales llenas de luz, desarrolló una importante arquitectura civil e independizó a las otras artes plásticas (pintura y escultura) de su subordinación al soporte arquitectónico.
Este arte se ha definido durante mucho tiempo de manera bastante superficial, exclusivamente por la utilización de uno de sus elementos, el arco apuntado al que suele llamarse ojival, del que se deriva la bóveda de crucería que permite desplazar los empujes a contrafuertes externos
Como las nuevas técnicas constructivas hicieron virtualmente innecesarios los muros en beneficio de los vanos, el interior de las iglesias se llenó de luz, y la luz conformó el nuevo espacio gótico. Será una luz física, no figurada en pinturas y mosaicos; luz general y difusa, no concentrada en puntos y dirigida como si de focos se tratase; a la vez que es una luz transfigurada y coloreada mediante el juego de los cristales de vidrieras y rosetones, que transforma el espacio en irreal y simbólico. El color alcanzará una importancia crucial.
La luz está entendida como la sublimación de la divinidad. La simbología domina a los artistas de la época, la escuela de Chartes considera la luz el elemento más noble de los fenómenos naturales, el elemento menos material, la aproximación más cercana a la forma pura.
El arquitecto gótico organiza una estructura que le permite, mediante una sabia utilización de la técnica, emplear la luz, luz transfigurada, que desmaterializa los elementos del edificio, consiguiendo claras sensaciones de elevación e ingravidez.
Mañana, con la prueba del alumbrado, quedará inaugurada la Feria del Caballo 2011 y entre las novedades que presenta esta año causará admiración el cielo abovedado que cubrirá el Hontoria, "Arcos ojivales para la catedral del flamenco" según nos han llegado a decir.Un novedoso alumbrado creado por el técnico de Iluminaciones Ximénez José Manuel Soria.. Bóvedas de crucerías y arcos ojivales para el templo de la luz y el color en el que se convierte cada año el recinto ferial. Goticismo ferial para un espacio único, que como suntuosa catedral se iluminará para la gran fiesta. Una importante arquitectura efímera que seguirá las pautas de los grandes arquitectos del gótico.
Todo será como una gran obra del arte gótico, su nave central hecha paseo principal o real, su crucero o paseo de las palmeras, sus capillas laterales distribuidas en distintos espacios y estilos en forma de casetas, sus naves laterales sobre el albero, sus fieles a la feria, sus turistas y sus celebrantes y puede que, con esto de la campaña electoral, hasta sus ministros. Un templo al que no le faltarán los cantos, los ornamentos y hasta, la mesa, el pan y sobre todo el vino. Días de convite pagano, profano y mundano, pero una celebración de lujo en definitiva, y todo bajo un abovedado muy parecido al de las grandes catedrales góticas, dejando fuera a la propia calle del infierno.
También aquí se hacen innecesarios los muros en beneficio de los vanos, también aquí la luz se transfigura y colorea mediante el juego de bombillas, también en la feria, por la luz, el espacio se transforma todo en irreal y simbólico y el color alcanza una importancia crucial.
Se enciende mañana la catedral de la fiesta, la que durante una semana centrará a nativos y visitantes en un espacio singular y único, que este año se eleva, osadamente, como ya se hiciera cuando el gótico lo dominaba todo, en busca de ese éxtasis de gozo y felicidad que nos invita la propia ciudad, cada vez que llega una nueva Feria del Caballo
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado sábado 7 de mayo de 2011)
Fotografía de antaño de la Feria de Jerez cuando el alumbrado aún no había alcanzado las cotas actuales |
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