martes, 24 de mayo de 2011

EL SOLAR DE UNA IGLESIA


EN LA FESTIVIDAD DE MARÍA AUXILIADORA
Quien en estos días pase por la calle Caballeros de nuestra ciudad, podrá comprobar, casi en la plaza Antón Daza, el solar del que fue templo de María Auxiliadora, del antiguo colegio de Salesianas de la calle Pedro Alonso.
Esta hermosa iglesia, que fue desacralizada en 1973, se ha conservado hasta nuestros días aunque con funciones distintas a las religiosas. De principios del siglo XX, hasta su derribo mantuvo su estructura primitiva, con sus vidrieras y  su camarín que cobijó durante años a la Virgen Auxiliadora, centro devocional de la casa salesiana.
En 1897 las salesianas fundan un Oratorio Festivo en una casa situada en la calle Pedro Alonso, número 16, propiedad de doña Concepción González y Villar, que la cedió gentilmente a las Hijas de San Juan Bosco. Su primera directora fue sor Antonia Amat que llegó a Jerez procedente de Barcelona en compañía de otras hermanas salesianas, comenzando a desarrollar su labor pedagógico-pastoral en un Oratorio Festivo con su pensionado y dando clases nocturnas a jóvenes obreras.
Con el tiempo fueron adquiriendo otras casas colindantes y allí se levantó el Colegio María Auxiliadora que perduró hasta el año 1973, año de su traslado a unas modernas instalaciones en la zona de Monte Alto, donde actualmente continúa su fructífera labor educativa. La última directora, del viejo colegio, fue Isabel Regordán.
El colegio de las salesianas de Pedro Alonso hizo latir durante años aquella esquina de Caballeros, con Antón Daza y Pedro Alonso. Aquel viejo caserón, con sus espléndidos cierros de cristales y su enorme retablo cerámico con la Madre Auxiliadora, cobijaba la historia colegial de muchas niñas y niños de ayer, mujeres y hombres de hoy que recuerdan con nostalgia aquellos años de algarabías infantiles. Su señorial portalón donde esperaba una joven y agradable hermana portera, su amplio patio y su elegante escalera de mármol por donde acceder a esas galerías superiores de los salones nobles, y, en especial, el encanto de su iglesia, presidida por esa imagen de cetro en mano que esperaba un nuevo mes de mayo para ser entronizada en ese paso, que tantas veces utilizó el San Juan del Cristo, y recorrer triunfalmente las castizas calles del barrio de San Miguel. Allí sor Lobatón se encargaba, con su amplia figura, de preparar a los niños para la primera comunión y sor Crescencia de la organización interna del colegio desde su puesto de hermana Prefecta.
Desde ese templo, que hoy es sólo un desvalido solar, salieron muchos jerezanitos en fila hacia el templo matriz de San Miguel en los días de catequesis y en las fiestas grandes de su primera comunión.
Hoy todo es un recuerdo, parece ser que permanecerá la nobleza de la fachada de la iglesia, coronada con el lema de la Madre de los salesianos y salesianas del mundo: Auxiliadora de los cristianos. Poco más quedará de aquel antiguo colegio de Pedro Alonso que durante setenta y cinco años tan espléndida labor educativa realizara.
Jerez vuelve a perder un noble e histórico edificio, de estilo ecléctico con reminiscencias neogóticas en su interior, del que pocas muestras nos van quedando. Quizás cuando la perspectiva del tiempo nos haga valorar los estilos desde otro punto de vista, nos lamentaremos de estas pérdidas, que marcaron una época arquitectónica en Jerez y en lo que a las construcciones religiosas se refiere,
Las iglesias de las Carmelitas, frente a San Marcos o esta de las Salesianas de Pedro Alonso forman ya parte de nuestra historia más reciente, de ese Jerez de ayer que ha sucumbido a los nuevos intereses inmobiliarios y queda sólo en la memoria. Esa historia que se remueve cada vez que vemos un solar donde antes estuvo el escenario de una etapa importante de nuestra vida. Ese solar donde aún resuena la enseñanza de tantos va-lores morales que parecen derrumbarse con la misma prisa que se levanta un nuevo bloque de pisos.
(Artículo publicado en Información Jerez el 30 de septiembre de 2006. Hoy solo perdura la fachada de aquella iglesia, ni siquera el rótulo referente a la Virgen ha sido respetado. La puerta del templo sirve de entrada al garaje y en el lugar donde tantos niños, como yo, fuimos preparados para la primera comunión se levanta un moderno bloque de pisos.)


Imagen tomada hace cinco años cuando se procedía al derribo del templo que perteneció al desparecido colegio salesiano de la calle Pedro Alonso.


Fotografía antigua de las salesianas de Pedro Alonso .



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