En el presente año de 2008 se cumple el 125 aniversario de la llegada a Jerez de las religiosas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, fue la tercera fundación de este instituto. Una congregación fundada por Rafaela Porras Ayllón, conocida en religión por el nombre de madre Rafaela María del Sagrado Corazón, en 1877, siendo aprobada, oficialmente por el Papa León XIII el 29 de enero de 1887. La madre Rafaela María, que murió en Roma el 6 de enero de 1925, fue beatificada en 1952 y canonizada en 1977.
El 8 de enero de 1883, las Esclavas, llegaron a Jerez, los primeros pasos para esta fundación jerezana fueron dados por la madre María del Pilar hermana carnal y colaboradora directa de la madre fundadora, que vino en compañía de la madre María de Santa Teresa a Jerez. La primera comunidad se estableció en una pobre vivienda al final de la calle Porvenir, habitada hasta entonces por dos maestras seglares, encargadas de la enseñanza de un grupo de niños pobres, en su mayoría provenientes del barrio de la Yedra, pasados unos meses se trasladan a una casa mucho más amplia situada en la calle Medina, que tenia adosada a su espalda la iglesia de la Trinidad, regentada hasta la desamortización de Mendizábal de 1835 por los padres Trinitarios. La madre fundadora visitó esta casa del 9 al 17 de julio de 1883. Con el paso de los años las Esclavas adquirieron nuevas casas colindantes, entre las cuales se encontraba un inmueble de los hermanos Díaz donde tenían bodegas.
Más tarde, las Esclavas pasaron a disponer de la Iglesia de la Trinidad que conserva todavía algunas imágenes y pinturas heredadas de los hijos de San Juan de Mata, entre los cuales se veneran históricas tallas como la Virgen del Buen Suceso, copatrona de Jerez, imagen del siglo XVI, atribuida a Roque Balduque, procedente del convento trinitario de Sevilla, de donde fue traída en 1634, un Crucificado de Cristóbal Pérez de 1683 y el Señor de la Humildad y Paciencia, atribuido a Francisco de Villegas y titular de la antigua Hermandad de San Antón.
Pero, sin lugar a dudas el centro de las oraciones y de las devociones de este templo es el Santísimo que diariamente se expone a la adoración de los fieles y de las religiosas Esclavas que Io custodian como el mayor de sus tesoros. Otros de los tesoros de esta congregación son los miles de alumnos y alumnas que han pasado, en estos 125 años, por sus aulas, bien en la educación de niños y jóvenes o bien en la convivencia de toda la comunidad educativa, y en el recuerdo quedan todas aquellas religiosas que desde la madre María del Pilar han continuado la labor docente y de servicio a la sociedad jerezana; nombres como la madre María del Salvador o madre María del Carmen, primeras postulantes jerezanas que ingresaron en el instituto de las Esclavas hasta las distintas superioras, que supieron mantener viva la llama del culto a la Eucaristía, el apostolado y las actividades más propias como la enseñanza y las misiones.
Las Esclavas son un ejemplo, claro y evidente, de entrega constante a una ciudad que le acogió hace ya I25 años y que le agradeció su loable trayectoria con la dedicación de la calle adyacente al colegio a la madre fundadora. Las Esclavas son parte de esa iglesia, de la que no se habla porque no interesa, porque no ofrece votos, porque no crea polémica, porque no vende en esta sociedad en la que predomina Io efímero, lo completamente intrascendente. Cuando los gobernantes pasan y pasan hasta los sistemas políticos, existen, instituciones como esta de las Esclavas, que se mantienen más de un siglo con los mismos objetivos, porque sus fines son importantes, porque sus principios les engrandece, y sus metas están siempre en el servicio, sin condiciones, a los demás y a la Iglesia.
Las Esclavas son esa Iglesia sin grandes titulares pero con grandes títulos, porque su corazón es tan grande como ese Jesús al que sirven, porque su título de Esclavas lo dice todo en un mundo dominado por las ansias de poder a costa de lo que sea y de quien sea. Las Esclavas celebran sus 125 años de su llegada a Jerez y Jerez, también, debe celebrar los 125 años ininterrumpidos de servicio a esta ciudad.
Son tiempos difíciles para las congregaciones religiosas pero cuando los fines son nobles las obras se perpetuán en el tiempo, y la labor de las Hijas de Santa Rafaela María así Io han demostrado durante estos 125 años de entrega y de generosidad. Que Dios se lo pague.
(Artículo publicado en Información Jerez el 9 de febrero de 2008. El colegio de las Esclavas acaba de ser noticia porque la epidemia del picudo rojo ha obligado a decir adiós a la "alumna más veterana del centro", la vieja palmera del patio)
El compás del antiguo convento de la Trinidad es uno de esos rincones jerezanos cargados de encanto que no han variado con el paso del tiempo. Foto del ayer de una de las clases del colegio |
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