lunes, 27 de septiembre de 2010

EL HOGAR SAN JUAN

   

    Existe un lugar en Jerez que está consagrado a hacer el bien, un lugar enclavado en una zona conocida como Mundo Nuevo, un mundo nuevo para los que nada tienen, para los desauciados de la sociedad, para los que salen de la cárcel y no tienen donde ir, para los alcohólicos, para drogadictos, para los indigentes, para los pedigüeños, para los sin techo, sin casa, sin comida, sin ropa para cambiarse y sobre todo sin esperanzas. Ese lugar destinado a la entrega desinteresada a los demás se llama Hogar San Juan y se encuentra en la antigua residencia de las Hermanitas de los Pobres, las mismas hermanitas que llegaron a Jerez para, también, hacer el bien, en 1875 y estuvieron más de un siglo acogiendo a ancianos ofreciéndole sobre todo la necesaria ompañía. Ahora esas magníficas instalaciones, que fueron levantadas gracias a cuantas donaciones se recibieron en estos más de cien años, son ocupados por otra benemérita obra, la de los hermanos de la Misericordia que tiene a su principal valedor a un bendito de Dios, el Padre Juan Carlos Durán Holguera, un ejemplar sacerdote que lo ha dejado todo, hasta su labor en la orden hospitalaria de San Juan de Dios, para coger su propia cruz y darse por entero a los demás, sobre todo a quienes más necesitan de una mano amiga que lo agarre para no caer en la desesperación.
   
     Jerez tiene una última posada donde acudir cuando ya no queda nada ni siquiera lo más imprescindible para vivir, ese lugar se llama Hogar San Juan, donde un sacerdote joven, solo, con la única ayuda de un grupo de voluntarios, se desvive para ofrecer un rayo de luz cuando se ha perdido todas las esperanzas, cuando las circunstancias han llevado a las personas a la propia autodestrucción, cuando el rechazo social es lo único que se encuentra en un mundo insolidario y dominado por el egoismo.
   
    El Hogar San Juan es un rescoldo de fuego auténtico en un mundo tan apagado a la hora de dejarlo todo al servicio de los que más necesitan, es un soplo de aire fresco entre tanta contaminación de intereses creados, es un sol de justicia en una sociedad que para que unos vivan muy bien otros tienen que pasar hambre, en el que se hablan de sueldos millonarios mientras se siguen viendo cartones en soportales cubriendo a seres humanos. una sociedad en el que jóvenes inhumanos llegan incluso a meter fuego a mendigos solo por divertirse o se siguen empleando cifras astronómicas en asuntos relacionados con la guerra mientras en Cáritas salta la alarma por el índice de pobreza.
   
    El pasado viernes tuve la dicha de poder visitar el Hogar San Juan, oír en boca del Padre Juan Carlos el loable proceso de acogida que allí se lleva a cabo a todo aquel que desesperado llama a la puerta, pude ver el aprovechamiento que se realiza de la ropa usada que va llegando, lo organizado que lo tiene todo,, el ambiente de paz y cariño que allí se respira, cuantas carencias son necesarias de cubrir para poder llevar a cabo esa encomiable labor que tanto le enaltece y que tantas conciencias debe de mover.
     El hogar San Juan es un reto no solo para el Padre Juan Carlos y sus colaboradores, es un reto para todo Jerez por todo lo que significa para esas personas rotas por el destino y las circunstancias, seres humanos, jerezanos la mayoría, que hay que darle la oportunidad de reinsertarse desde la base de esos valores incuestionables que el padre Juan Carlos sabe trasmitir como nadie. El hogar San Juan y la congregación de los hermanos de la Misericordia, diríamos ahora, que promete, solo es necesario que no le falte nunca el apoyo y la colaboración, que ese lugar que representa verdaderamente un mundo nuevo, no tenga que volver a ver sus dependencias vacías sino que crezca en beneficio de quienes más lo necesitan. 
    Los sin techo tienen, desde hace unos meses un hogar en el Mundo Nuevo jerezano, gracias a un hombre integro, con las ideas claras y el corazón enorme, que a contracorriente ha dado, de nuevo, vida a esa casa, por unas razones que si todos las lleváramos a cabo cambiaríamos al mundo, me las dijo el otro día y me hizo reflexionar: "Hago esto, simplemente, porque no tengo nada mejor que hacer".  
    (Artículo publicado en Jerez Información el 25 de septiembre de 2010)

Rvdo. Padre Juan Carlos Durán Holguera, ángel de la guarda de los sin techo.

   

2 comentarios:

  1. Buen articulo, como siempre. Y buen trabajo el de Padre Juan Carlos. Hay que tener mucho coraje para meterle mano a tamaña empresa. He terminado en tu blog de la Mano de Diego Yesa y la Asociacion Zaqueo. Estaremos en contacto, mientras tanto un saludo desde Inglaterra.

    ResponderEliminar
  2. ¡Admirable, el trabajo del Padre Juan Carlos! ¡Ojalá hubiera en el mundo tantas almas de tan buena voluntad! Que Dios le bendiga, a él, a sus colaboradores y a su obra.

    ResponderEliminar