TRAS LA FIESTA DE PENTECOSTÉS
Nuestro Ayuntamiento viene acometiendo una serie de obras de rehabilitación en el monasterio de dominicas del Espíritu Santo.
Este antiguo cenobio fue el primero de monjas que se instala en la ciudad, su fundación se remonta al año 1324, aunque el convento en sí no fuese levantado hasta 1430, la iglesia actual se acabaría de edificar en 1577, dentro del más puro estilo renacentista. Todo el monasterio es un museo de bellas artes, desde su hermoso compás, con la elegante portada plateresca de la iglesia, hasta los azulejos de la techumbre de la Sala Capitular. En el interior del templo llama la atención su espléndido ábside con su rico programa iconográfico representando al Espíritu Santo sobre la Virgen y el Colegio Apostólico, el misterio de Pentecostés plasmado con un verismo extraordinario. En las dependencias conventuales se guardan piezas del siglo XVI como una buena colección de relicarios, así como los azulejos de la Sala Capitular tanto del techo como del zócalo; del XVII se puede contemplar el barroco retablo de Santo Domingo de Guzrnán, el claustro conventual con sus arcos de medio punto y sus columnas de mármol, y distintos lienzos de escuela sevillana; del XVIII los retablos de la Trinidad, de la Virgen del Rosario, San Francisco, el órgano y varios cuadros; del XIX las pinturas de Rodríguez de Losada, y del XXI el tesoro más preciado son esas seis monjas que se afanan para que tanto arte e historia juntos no se pierdan por la dejadez y la falta de medios.
Este convento del Espíritu Santo, a semejanza de los otros monasterios de clausura existentes en Jerez, tuvo en tiempos pasados una espléndida floración de vocaciones religiosas. En el año 1752 la comunidad estaba formada por 56 religiosas profesas. A finales del pasado siglo XX el número de religiosas eran doce y hoy sólo la mitad mantienen, a duras penas, tan histórico monasterio. Es de esperar, que esta escasez de vocaciones religiosas, no conduzca a que la vida monástica se transforme en actividad hotelera, por el abandono de la actividad religiosa del convento.
Perdería, sin duda, su espiritualidad y, de nuevo Jerez, se vería privado de una colección artística que, al ser propiedad de la orden, acabaría desperdigada por otras casas dominicas.
Por todo ello es de valorar la contribución del municipio jerezano para que, en la medida de sus posibilidades, el convento del Espíritu Santo, no tenga que cerrar sus puertas, por falta de medios para acometer necesarias obras de conservación. Las reparaciones materiales si están en manos humanas las otras no.
La ayuda que los jerezanos hacemos por medio de nuestro Ayuntamiento, al mantenimiento de esta joya artística, enriquecida con su carga histórica y espiritual, no es más que un acto de responsabilidad con un pueblo que vela por su riqueza y por su patrimonio, es el legado que nos ha llegado y que tenemos que cuidar, para que las generaciones venideras puedan también sentirse dignas herederas de una riqueza de siglos. Sería muy interesante que, sin perturbar la vida contemplativa, en ciertos momentos, los jerezanos pudiéramos admirar cuantas joyas artísticas esconden los conventos de clausura de nuestra ciudad, porque así ayudaría a justificar aún más, estas contribuciones que, desde el Ayuntamiento, se realizan para preservar lo que en definitiva es de todos, porque el arte en sí es un bien universal.
El noble espíritu de las ciudades se muestra en la salvaguarda y en la defensa de sus valores históricos y artísticos; y este antiguo monasterio de monjas dueñas de Santo Domingo y su convento del Espíritu Santo, representa, precisamente, por su espiritualidad, por su historia y por su arte, parte de un Jerez íntimo que se pierde en los anales jerezanos, siendo un ejemplo evidente de lo que es vivir compartiendo riqueza histórica y artística, con el único tesoro de un espíritu sano y santo.
(Artículo publicado en Información Jerez el 23 de julio de 2006. Cinco años después de que saliera publicado este artículo los negros augurios se cumplieron y hoy este histórico monasterio permanece cerrado, sin religiosas, sin tesoro y lo que es peor sin perspectiva de futuro)
Dentro de los incomprensibles planes de Dios para la pobre mente humana han surgido modernos institutos en el extranjero con bastantes vocaciones que mitigan la sequía vocacional de las órdenes y congregaciones antiguas. Estos nuevos institutos se han extendido por los países cuyos teólogos y obispos progresistas dieron origen al Concilio Vaticano II con la llamada "Alianza del Rhín" como Suiza o Francia. Una vez pasada la tormenta postconciliar los nuevos institutos se caracterizan por ofrecer una espiritualidad muy tradicional. Uno de ellos es la Comunidad de San Juan. Aquí tenéis su página web http://www.stjean.com/ES/Jeu_accueil.php
ResponderEliminarEn Asturias (donde paso mis vacaciones) los monjes de San Juan se han instalado en el maravilloso Monasterio de San Salvador de Valdediós por la obligada marcha de los venerables cistercienses. Este Viernes Santo fue una maravilla la celebración de la Liturgia propia de la Solemnidad. En España no existen Hermanas Contemplativas de la Comunidad de San Juan. Dada la profundísima fe que Dios os ha regalado a vosotros, los jerezanos, ¿Por qué no pedís a vuestro aún bisoño Obispado la instalación en este Convento de las Hermanas Contemplativas de la Comunidad de San Juan? Al fin y al cabo Pablo VI llamó a la religión contemplativa "el corazón de la Iglesia"