Francois Mauriac, premio Nobel de Literatura, dejó dicho que los hombres de estado son como los cirujanos que sus errores son mortales. Tras las elecciones municipales todos los análisis políticos vienen a confirmar la opción mayoritaria del pueblo por el cambio, esa alternancia democrática que tanto exige a quienes ostentan el poder. Jerez ha optado por el cambio político en la ciudad como ya lo hiciera en las anteriores elecciones municipales, pero un cambio radical dando mayoría absoluta a la opción ganadora. Antes al PSOE y ahora al PP, nada de pactos ni acuerdos con luz y taquígrafo, mayoría para gobernar con garantía y con apoyos suficientes. Un cambio que debe contar necesariamente con la participación ciudadana. Cambio en la gestión, cambio en la forma de administrar los recursos, cambio a lo hora de hacer prioritaria las necesidades sociales por encima de otros aspectos. Jerez necesita un cambio que acabe con la crispación social y con todo aquellos que deteriora la imagen de la ciudad, pero un cambio sobre la base de cuanto de positivo nos ha dejado el pasado y cambiando solo aquello que precisa de cambiar de cara el futuro.
Es la hora del cambio, pero no la hora del cambiar por cambiar, lo ha dicho la alcaldesa electa "no voy a entrar en le Ayuntamiento como elefante en cacharrería". Los cambios han sido buenos en ciertos momentos de la historia y catastróficos en otros, si nos ceñimos solo al aspecto patrimonial y monumental,,que tanto nos preocupa y tanto reinvidicamos desde este recuadro de Jerez intramuros, Jerez ha sufrido en su historia más reciente cambios completamente lamentables solo hay que contemplar imagenes antiguas del barrio de San Mateo o el entorno de la catedral, incluso del Jerez extramuros como la plaza del Arenal, la plaza Esteve, la Alameda Cristina, la calle Pedro Alonso o la plaza de las Angustias para darse cuenta que no todos los cambios son positivos.
Hay cambios que van con las nuevas mentalidades, las modas y que lo originan los mismos ciudadanos, costumbres y tradiones del ayer que varían con los tiempos,. Cambios que llegan con las nuevas tecnologías, con los avances de la cultura y la ciencia, con los medios de comunicación, con las relaciones humanas, cambios que evidencia la propia evolución del mundo. Pero hay otros cambios de los que si somos responsables, unas veces para bien y otras para mal, unas veces por descontentos y otras por nuevas esperanzas de futuro. Jerez abre una nueva etapa de cambio, pasaron los alcaldes del ayer, los franquistas, la era de Pacheco y la etapa de Pilar Sánchez, con sus errores y sus aciertos, con sus aportaciones y sus carencias, queda el testigo de sus obras, y sus cambios. La historia nos sirve para saber aprovechar lo positivo de cada uno de ello y no caer en los mismos errores. Jerez tiene un reto por delante sobre la base de su rico patrimonio material y humano, que espera un cambio siempre para bien.Ahora toca acertar sobre la base de lo vivido, siempre anteponiendo el consenso y la paz social como instrumento para alcanzar los grandes retos que el propio pueblo desea cuando opta por un nuevo estilo de gobernar.
La Madre Teresa de Calcuta dejó escrito "La cosa más fácil:equivocarse, el obstáculo más grande: el miedo, el mayor error: abandonarse; la peor derrota: el desaliento, la primera necesidad: comunicar, la mayor felicidad ser útil a los demás, el sentimiento más ruin: el rencor, la ruta más rápida: el camino correcto, el mejor rendimiento: el optimismo y la mayor satisfacción: el deber cumplido". Con este programa político es difícil fracasar en los nuevos cambios, y todo ello sin olvidar aquello de que los bolsillos de los gobernantes deben ser de cristal como repetía el profesor Tierno Galván, y eso si que no debe cambiar nunca.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado sábado 3 de junio de 2011)
Plaza del Arenal en el siglo XIX |
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