jueves, 14 de octubre de 2010

LAS GUÍAS DE JEREZ

   
    Desde hace unos meses, y para un trabajo de investigación que estoy realizando, vengo consultando antiguas Guías de Jerez, esos pequeños libros, a modo de manuales, que condensaban toda la vida de la ciudad, entre grandes anuncios y relaciones, casi ilegibles, de cargos, profesiones y nombres. Guías de Jerez se conservan en la biblioteca municipal desde finales del siglo XIX. Las primeras eran un poco mayores que las que nos llegaron hasta hace unos años. De cubiertas rígidas, en las que se aprovechaban todos los rincones para incluir anuncios publicitarios, y de finas páginas de papel en los que quedaban impresos parte de la historia de la ciudad. Y entre los datos recogidos año tras año, anuncios y más anuncios, los más recientes a color y los más antiguos impresos con rudimentarias técnicas.
 
    Guías de Jerez que forman parte del patrimonio histórico y documental de la ciudad, fueron, entre otras las de Manuel Cancela, las Guías Económicas, las Guías Pareja y las de Campoy, clásica entre las clásicas. Últimamente han salido otras Guías de Jerez pero ninguna con la solera y el sabor de las de Campoy o las que les precedieron. Todas estas Guías del Jerez del ayer estaban estructuradas de forma muy similar, abrían con un santoral, a veces incluían una parte en la cual se hacía un elogio a la ciudad y a su historia, ilustrando los textos con fotos de los más evocadoras; le seguía una descripción topográfica con el nombre de calles y plazas, sus entradas y salidas, luego los servicios públicos con sus tarifas y el grueso de la guía con el apartado dedicado al personal - títulos nobiliarios, órdenes militares, la administración pública con los nombres de alcaldes, concejales y personal municipal, la administración de justicia, el estado eclesiástico con sus comunidades y congregaciones, el ramo de guerra, el Fomento, Hacienda, Sanidad, Beneficencia, las sociedades de recreo y la Industria y Comercio.
 
    Otro capítulo se le dedicaba a las profesiones, industrias, artes y oficios y todas terminaban con un indicador de domicilios donde figuraban la mayoría de los jerezanos con su lugar de residencia. Y entre medio, según la época, etiquetas de Domecq, tapones de Rivelott, estampas de "Jerez Gráfico", ofertas de tejido de Tomás García, la distribución del Santo Jubileo Circular, el itinerario de los trenes entre Cádiz y San Jerónimo, etc. Las Guías de Campoy crearon solera, cogieron el testigo casi al principio del siglo XX manteniéndose fieles a la ciudad durante muchos años. En esto tuvo mucho que ver, su editor,  el recordado José Campoy Miró, hermano de Diego, aquel jerezano de pro y apasionado de su ciudad, que inventó la Fiesta de la Poesía, creó el Grupo Literario Sherry y nos dejó, para siempre, entre sus múltiples colaboraciones literarias, aquel libro sobre los rincones típicos de Jerez, donde la prosa se hace música y la poesía magia, para describirnos unas estampas de la ciudad llenas de alma. José  Campoy en sus Guías de Jerez también supo recoger el alma de la ciudad, y es que en cada una de esas Guías no hay vida,  porque ya casi nada de lo que contienen existe, pero hay alma. El alma que guía a Jerez y que es su propia historia, la de sus gentes, la de sus comercios e industrias, las de sus calles y plazas. El alma de una ciudad que cambia de nombre, de tiempos, de formas de vida pero que en el fondo sigue siendo la misma, solo hay que consultar una de esta antiguas Guías de Jerez para comprobar que, por mucho que pasen los años, la esencia de Jerez sigue siendo la misma.
 
    (Artículo publicado en Jerez Información el 3 de octubre de 2009) 
 


Guia de Jerez de principios del siglo XX


La publicidad, como esta de La Casera, llenaba de contenido las antiguas guias jerezanas


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