martes, 15 de marzo de 2011

CULTO PÚBLICO


La Semana Santa, por encima de todo, es una solemne manifestación de culto público, se le querrán dar muchos argumentos históricos, culturales, populares, pero lo que da sentido a las estaciones penitenciales de las cofradías es el culto público. Sólo hay que ponerse delante de las Reglas de las cofradías para comprobar que es lo primero de lo primero, como en el Capítulo I, Artículo 1.a se menciona a la hermandad y cofradía como "una asociación pública de fieles, mediante la cual, se busca promover el culto público a Dios Nuestro Señor, a la Santísima Virgen, a los Santos y Beatos, o en sufragio de los fieles difuntos" Y como se determina que el fin principal y específico de la hermandad y cofradía es la promoción del culto público, que es el "que se tributa cuando se ofrece en nombre de la Iglesia por las personas legítimamente designadas y mediante actos aprobados por la autoridad de la Iglesia".
El carisma eclesial de nuestras hermandades y cofradías viene dado, por tanto, en el culto público y todos los demás fines (formativos, de apostolado, evangelizadores, fraternos, o de caridad y piedad) llegan por su pertenencia a todo el cuerpo de la Iglesia Católica. Por ello no podemos olvidar que, como asociación de fieles, las hermandades participan junto a otras formas de asociación cristiana, de los mismos fines de la Iglesia: la alabanza divina y el amor fraterno, especialmente con los más excluidos y desfavorecidos. Pero ello no justifica que por esa debida caridad cristiana se olvide la primordial misión del culto a Dios. Lo ha dicho en varias ocasiones nuestro anterior obispo, "las hermandades no son ONG y deben atender con prioridad el culto a Dios". Ese es el auténtico carisma de las hermandades dentro de la Iglesia y lo que ha hecho posible que estas instituciones se hayan mantenido vivas durante siglos.
El cofrade no debe de avergonzarse de que dedica parte de su vida a sus hermandades y por lo tanto al culto, porque el culto público no es algo obsoleto que ya no tiene sentido, ni intentar subsanar las cantidades económicas que las hermandades se gastan en rendir culto a Cristo y a María, argumentando iguales cantidades para obras sociales.
Las hermandades son asociaciones de culto y lo deben llevar a honra, aunque sólo sea a lo único que se dediquen, porque el culto a Dios es algo sumamente importante para la Iglesia y para el mundo. Más aún en estos tiempos en los que hablar de culto ni está de moda ni interesa en la sociedad del materialismo.
En el año 1771 con el edicto de reducción de cofradías de Carlos III, un edicto firmado por las dos autoridades la civil y la religiosa, las cofradías quedaron suprimidas pero no las procesiones, con ello la autoridad, tanto civil como religiosa, no quedaron en entredicho y el pueblo no perdió su arraigada Semana Mayor. La primera Hermandad que se reorganiza en Jerez es la de la Vera- Cruz, y, sin duda, las demás cofradías mirarían a la de la Vera- Cruz para obtener lo mismo, pero no es hasta pasado mucho tiempo después cuando comienzan a restaurarse las demás cofradías y no por impedimento legal sino por la desidia de los propios cofrades que mientras se autorizara la procesión no había prisa en reorganizar la vida de hermandad.
¿Qué conclusiones podemos sacar con esto? Pues, claramente, que lo más importante para una cofradía, siempre ha sido su salida procesional. Por eso nuestras hermandades siguen vivas y pujantes porque cuentan con la fuerza del culto público a Dios, a Cristo y a su Madre, por eso cada año tenemos Semana Santa y por eso los cofrades y sus hermandades siguen teniendo vigencia en todos los tiempos, porque el culto a Dios hecho en nombre de la Iglesia, por las personas legítimamente designadas y mediantes actos aprobados por la autoridad eclesial, no caduca en el tiempo, es tan vigente como el sentimiento que moverá estos días los corazones y tan actual como ese Crucificado que ya está presto a seguir siendo el protagonista de la historia. No olvidemos que mañana comienza un gran acto de culto público, respetemos a los que así lo quieren y no lo distorsionemos, la historia nos lo agradecerá.
(Artículo publicado en Información Jerez el Sábado de Pasión 15 de marzo de 2008, vísperas del Domingo de Ramos. Esta noche se celebra el tradicional Pleno de Toma de Horas donde las Hermandades jerezanas reciben sus horarios e itinerarios de cara a la próxima Semana Santa)

Altar de cultos de la Hermandad del Mayor Dolor correspondiente al año 1936

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