Es tiempo de Triduos, Quinarios y Septenarios, en muchos de ellos se incluye el siempre importante acto de la recepción canónica de nuevos hermanos.
Para los que desconozcan el mundo interno de las Cofradías, la recepción canónica de los hermanos es el acto oficial y público mediante el cual el hermano adquiere la plenitud de derechos, en el que, conforme al derecho universal y particular de la Iglesia, hace la Protestación de fe y la promesa de cumplir los Estatutos de la Hermandad y Cofradía, así como las demás ordenanzas de la Autoridad Eclesiástica competente, acuerdos de Cabildos y reglamentos de régimen interno de la misma.
El hermano debe, aunque no siempre se hace, realizar la recepción canónica cuando, tras la solicitud de ingreso, haya pasado un periodo previo de instrucción y formación, en el cual se le da a conocer el contenido de las Reglas de la Hermandad, y una vez demostrada por el hermano mayor de edad, su interés y voluntad en pertenecer a la Hermandad y Cofradía con su asistencia a los actos que durante este periodo se celebren, ser recibidos canónicamente con la importancia y trascendencia que ello tiene.
Nuestras Hermandades deberían ser exigentes consigo misma y no recibir canónicamente a quienes, tras solicitar el ingreso no hayan vuelto a mostrar interés en formar parte activa de la vida de Hermandad. Esta teoría que ya se pone en práctica en varias Hermandades con muy buenos resultados, viene a hacer efectivo lo que la Iglesia realiza con otras comunidades además de engrandecer la condición del cofrade, ya que en cualquier faceta de la vida no se otorgan derechos si antes no hay un periodo de formación, instrucción y compromiso evidente de cumplir con lo estipulado..
Decía Pablo VI que el hombre contemporáneo escucha más al que da testimonio que al que enseña y si escucha al que enseña es porque antes le ha dado un testimonio. Para que las Hermandades ofrezcan un auténtico carisma eclesial es necesario el testimonio y eso solo se consigue con personas que estén dispuestas a ser testigos de Cristo en el mundo, personas formadas conscientes del papel que desempeñan dentro de una Hermandad y comprometidas con la noble tarea que tienen encomendadas en la Iglesia y en la sociedad actual. Y todo esto dependerá mucho de la importancia que le estemos dando y le demos en el futuro a la recepción canónica.
(Articulo publicado en Información Jerez, en el recuadro "Cuaresmando", de fecha 11 de marzo de 2010)
El Ministro del Ejercito D. Camilo Melendez Tolosa jurando las Reglas de la Hermandad de la Defensión en el oratorio de capuchinos el 17 de diciembre de 1964 (Foto del libro Defensión) |
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