domingo, 27 de marzo de 2011

LA CRUZ


La cruz ha sido noticia estos días. A nivel local ha supuesto todo un acontecimiento para la Iglesia diocesana la llegada esta semana de la cruz peregrina de la JMJ (Jornada Mundial de la Juventud). Para aquellos que desconocen la historia y la importancia que para el mundo católico tiene esta cruz hay que recordar que fue  en 1984, Año Santo de la Redención, cuando el Papa Juan Pablo II decidió que tenía que estar una cruz - como símbolo de la fe - cerca del altar mayor de la Basílica de San Pedro, donde todos pudiesen verla. Así fue instalada una gran cruz de madera, de una altura de 3,8 m, tal como él la deseaba.

Al final del Año Santo, después de cerrar la Puerta Santa, el Papa entregó esa misma cruz a la juventud del mundo, representada por los jóvenes del Centro Internacional Juvenil San Lorenzo en Roma. Éstas fueron sus palabras en aquella ocasión:

“Queridos jóvenes,  al clausurar el Año Santo os confío el signo de este Año Jubilar: ¡la Cruz de Cristo! Llevadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús a la humanidad y anunciad a todos que sólo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención”.

Los jóvenes acogieron el deseo del Santo Padre. Se llevaron la cruz al Centro San Lorenzo, que se convertiría en su morada habitual durante los períodos en los que aquélla no estuviera peregrinando por el mundo.

La Cruz del Año Santo (así se denominaba en aquel entonces) hizo su primera peregrinación en el mes de julio de 1984, trasladándose a Munich, Alemania, para el Katholikentag (Jornada de los Católicos). Al ser una simple cruz de madera, al principio la gente no entendía que cosa tenía ésta de especial. Pero poco a poco se dio cuenta que la Cruz estaba ahí en misión por deseo del Santo Padre. En la celebración eucarística final en el estadio de la ciudad, con 120.000 personas presentes, la Cruz estaba cerca del altar, de tal modo que todos pudiesen verla. Desde entonces la cruz ha recorrido el mundo antes de llegar a Jerez.

El Consejo Pontificio para los laicos indica que han sido muchos los testimonios de personas a las que les ha tocado profundamente el encuentro con la Cruz: en los últimos años, estos testimonios han sido aún más numerosos, o quizás han tenido una mayor difusión a través del Internet. Éstos se pueden encontrar en el Centro Internacional Juvenil San Lorenzo, morada habitual de la Cruz, pero también en las revistas y publicaciones dedicadas a las JMJ. Algunos se preguntan, cómo dos piezas de madera pueden tener tal efecto sobre la vida de una persona; sin embargo, dondequiera que vaya la Cruz, la gente pide que ésta pueda regresar. En esta Cruz se ve la presencia del amor de Dios. A través de esta Cruz, muchos jóvenes llegan a comprender mejor el mandamiento del amor y algunos encuentran el valor de tomar decisiones respecto a su vida.

La otra noticia relevante con respecto a la cruz y al crucifijo nos llegó esta semana desde Estrasburgo donde Tribunal Europeo de Derechos Humanos rectificó su sentencia de noviembre de 2009, al fallar que la presencia de crucifijos en las escuelas públicas italianas no viola el derecho a la educación ni la libertad de pensamiento y religión. Su decisión, firme e inapelable, salió adelante con 15 votos a favor y dos en contra, y señala que Italia no infringe el Convenio Europeo de Derechos Humanos y actúa dentro de los límites en el ejercicio de sus funciones en el terreno de la enseñanza, al mantener los crucifijos en las escuelas públicas.

La cruz, símbolo del cristianismo, veinte siglos después de ser utilizada como instrumento de salvación, sigue arrastrando masas y removiendo conciencias. Jerez ha sido testigo de ello estos días, en sus calles, en sus templos y en sus escuelas. Las mismas escuelas donde se suprimen crucifijos por las leyes laicistas pero que ahora. desde Estrasburgo un Tribunal Supremo de Derechos Humanos nos ha venido a decir que la exposición del crucifijo "no es un adoctrinamiento, sino la expresión de la identidad cultural y religiosa de los países de tradición cristiana",  Queda claro que por mucho laicismo imperante, la cruz sigue siendo mucho más que un signo para los cristianos.

(Articulo publicado en Información Jerez ayer sábado 26 de marzo de 2011)


La visita de la cruz peregrina de la JMJ a nuestra ciudad ha traído a la memoria el acontecimiento local que suponía, a mediados del pasado siglo XX, la llegada a Jerez de la Virgen peregrina de Fatima

  

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