DEDICADO A LOS COFRADES DE LA SAGRADA CENA QUE HOY INICIAN SUS ANUALES CULTOS DE REGLA CON MOTIVO DE FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DE LA PAZ
San Marcos es la catedral de esa collación jerezana del Jerez intramuros de viejas calles y grandes mansiones, de conventos de clausuras y antiguas leyendas, de personajes ilustres y aires medievales. San Marcos es la parroquia matriz de los Cuatro Evangelistas, esos que se asentaron en esta ciudad por obra y gracia de un rey sabio que transformó mezquitas en parroquias y medias lunas en cruces cristianas.
Un 24 de Enero, fiesta de la Virgen de la Paz, llegó el Padre Carlos González García-Mier a San Marcos para hacer de quinto evangelista, para evangelizar con el lenguaje de la gracia andaluza, con ese lenguaje de la misma Iglesia que se hace africana en África y que aqui, por la gracia de Dios y de ese "cura Carlos" tan ingenioso, también supo ser andaluza en Andalucía. Aún recuerdo en uno de esos retiros organizados por la Juventud Cofrade como el Padre Carlos nos definió lo que era la nada, pues simple y llanamente un chorizo sin carne ni tocino, sin pellejo y sin la guita esa que se utiliza para colgarlo tras la puerta de la cocina. Eso efectivamente era la nada, eso es lo que el padre Carlos procuró evitar, con su evangelización, caer en la nada, principalmente ante tantos, que nadaban en el vacío y se acumulaban de diez a dos de la tarde en su despacho parroquial con reja a la calle al más puro estilo andaluz.
Don Carlos, entroncado en la noble familia de los García-Mier, con apellido de rejoneador, con licenciaturas de música, de Ciencias Económicas y Políticas, con conocimiento de Artes, estudiante de ingeniería de caminos, con título de Monseñor por haber ostentado la dignidad de Capellán de su Santidad, fue, por encima de todo un evangelizador, el quinto evangelista de la parroquia, llevando Evangelio por montes y bosques con los grupos Scouts, a sus alumnos del Coloma, a la Adoración Nocturna, al Club Serra, al colegio de Sordos, a los Cursillos de Cristiandad, a los grupos Neocatecomunales, a sus Hermandades, desde el Apostolado Seglar, levantando viviendas protegidas en Cuartillo que suplieran chozas, perdonando a ladrones, indignándose y denunciando chirigotadas blasfemas sobre la Eucaristía y removiendo conciencias desde ese púlpito de mármoles policromos, que un día trazara Gomez Millán.
Con todo esa trayectoria y con toda esa sencillez quizás no solo se nos ha ido un gran ministro del Señor sino también un potencial ministro de economía, que estudió Politica Económica con Figueroa, que supo en su momento definir la actual politica económica como de liberalismo económico, en un capitalismo horrible y aberrante, en el que cada vez hay más capital en menos manos y todo ello dentro de un poder que se llama social. Don Carlos nunca tuvo pelos en la lengua para defender ese Evangelio que proclamaron los cuatros evangelistas de su parroquia.
Lo vi bastante desmejorado en el funeral de su amigo y compañero de estudios económicos Bartolomé Lora, ya la siguiente imagen fue en el centro de su templo de San Marcos entre rico paño mortuorio del mejor gusto cofrade y la sencillez de un pañuelo Scouts como símbolo de su personalidad rica en valores y a su vez humilde entre los humildes como su Señor al que tanto alababa.
La huella que deja en la ciudad es ya imborrable, razón tienen los Scouts en querer hacerlo Hijo Predilecto de Jerez y si no que se lo pregunten a sus pobres. La gracia evangelizadora del Padre Carlos quedó patente en su presentación del pregón de la Semana Santa de 1987 "..... Lluvia de Abril y no en Semana Santa, ruega por nosotros; Televisión a medio volumen, ruega por nosotros; Edredón de los antiguos, ruega por nosotros; Paga extraordinaria y no esperada, ruega por nosotros; Pan con algo, ruega por nosotros.... " Padre Carlos, ruega por todos nosotros.
(Artículo publicado en Información Jerez el 26 de julio de 2008 con motivo del fallecimiento del Padre Carlos)
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El recordado Padre Carlos en su templo de San Marcos  |
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