El próximo 8 de diciembre se clausurará, solemnemente, los actos conmemorativos del 25 aniversario de la creación de la Diócesis de Asidonia-Jerez, además de las celebraciones propiamente religiosas, tendrán lugar dos actos que repercutirán, muy positivamente, en lo artístico, en lo cultural y en lo asistencial. La inauguración oficial, del rehabilitado Palacio de Bertemati, como Casa de la Iglesia y del monumento al Papa Juan Pablo II junto a nuestra Catedral.
El palacio de Bertemati es uno de los más notables edificios civiles de Jerez, levantado en el úItimo tercio del siglo XVIII por Juan de Bargas para don Juan Dávila y Mirabal, destacando su monumental portada de la izquierda, joya de la arquitectura barroca jerezana, su señorial patio de columnas toscanas y su hermosa escalera cubierta por artística bóveda decorada. Este magnífico edificio, que está siendo restaurado gracias a las gestiones de la iglesia diocesana, albergará, las dependencias propias de los organismos eclesiales, con zonas destinadas para instituciones benéficas y como sede de archivos y bibliotecas de gran valor histórico y cultural
Es justo reconocer públicamente la gran aportación histórica, artística y cultural gue la iglesia diocesana hará para nuestra ciudad con la rehabilitación de este notable edificio y, así mismo, con la recuperación y recopilación de valiosos archivos y documentos, tales como los de la Catedral, el Diocesano, el del Cardenal Segura, o el de don Francisco Rodríguez Romero, de enorme interés para cuantos quieran conocer a fondo la religiosidad popular jerezana.
Otro hecho histórico que se producirá con motivo de la clausura de las efemérides diocesanas es la inauguración del monumento al Papa Juan Pablo II, el Papa de la paz entre los pueblos, quien hizo posible que Jerez fuera cabecera de una diócesis con todo lo que ello significa.
Jerez desde la reconquista por su incorporación a los dominios cristianos en 1264 ha estado vinculado a los distintos Pontífices, pero ha sido en los últimos tiempos cuando esa relación se ha hecho más presente, así nuestra ciudad cuenta con dos barriadas con nombre de Papas, Juan XXIII y Pío XII, y una plaza León XIII, pero si algún Papa se puede considerar el Papa de Jerez ese es Juan Pablo II. Creó nuestra diócesis, elevó la antigua Colegial a Catedral y canonizó a Juan Grande.
El monumento que el próximo 8 de diciembre se descubrirá, frente a nuestro primer templo, se hará realidad gracias a unos hombres de iglesia, cofrades tenían que ser, que en un alarde de generosidad, han trabajado para hacer patente, una vez más, que Jerez es un pueblo agradecido con sus benefactores, estando siempre a la altura de las circunstancias. Estos hombres, que formaron la comisión pro-monumento, han recogido un deseo ciudadano, representado en los numerosos donativos que se han unido a la causa, en las empresas que desinteresadamente se han volcado, en el propio obispo de Jerez que públicamente pidió el reconocimiento al Papa magno, un deseo de las hermandades, que todas unidas, en un pleno de Hermanos Mayores, se sumaron con sus aportaciones, y en particular de la Hermandad de Loreto, que, con motivo de los 25 años de Pontificado y dentro sus Bodas de Oro fundacionales ya había lanzado una campaña para que se rotulase una calle de Jerez con el nombre de Juan Pablo II. Y como resultado de este anhelo una obra artística y un cheque para Cáritas diocesanas rebosante de generosidad y solidaridad de los jerezanos.
Jerez clausurará los 25 años de la Diócesis con dos monumento a la paz, a la justicia histórica, a la cultura y a la solidaridad. Nunca, en Jerez, por causa de una efeméride, por el arte y la monumentalidad, se han beneficiado tanto los que más necesitan de los demás.
Obra son amores y no buenas razones.
(Artículo publicado en Información Jerez el 3 de diciembre de 2005. La última aportación de esta pasada efeméride ha sido la reciente apertura de los archivos diocesanos, así mismo el Vaticano ha anunciado ya la pronta beatificación de Juan Pablo II)
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En el año 2005 el antiguo palacio de Bertemati fue felizmente rehabilitado como sede del Obispado de Asidonia-Jerez  |
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