EN EL 350 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE CAPUCHINOS DE JEREZ
El 16 de febrero de 1633, un joven de veinte años, hijo de noble y aristocrática familia, toma el hábito de los capuchinos en el convento de Sevilla. Se trata del padre Francisco de Jerez, hijo ilustre de esta ciudad por sus virtudes y su sabiduría; unas cualidades que le llevarían a ser predicador oficial de la corte de Carlos III.
Amante de su patria chica, siendo superior mayor de la Provincia Bética Capuchina, no descansaría hasta ver logrado su deseo de fundar el convento de capuchinos de Jerez. El arzobispo hispalense, don Pedro de Urbina, accede a la petición del padre Francisco, concediendo la fundación en el sector llamado Valle de San Benito, sito a extramuros de la ciudad y así conocido por haber existido en aquellos lugares, desde 1584 a 1587, una ermita y hospital que ocupó la Orden de San Benito y que posteriormente cedieron a los carmelitas. El documento de fundación del convento capuchino está fechado en Sevilla el 22 de enero de 1661
A partir de entonces el convento de capuchinos de Jerez posee una rica y abundante historia. El 6 de febrero de 166l se bendice la primera capilla con la gozosa asistencia del padre Francisco de Jerez. En 1679 se inaugura una nueva iglesia y convento, gracias a las cuantiosas limosnas y trabajos voluntarios de los jerezanos.
Los capuchinos de Jerez han ofrecido a la ciudad, desde su fundación, esculturas y pinturas de reconocido mérito, destacando sobre todo, la portentosa imagen del Cristo de la Defensión, así como una carta autógrafa de Santa Teresa de Jesús, dirigida a Felipe II, fechada en el convento de la Encarnación de Avila el 11 de junio de 1573; honrándose, en sus dependencias, con la presencia del beato Diego José de Cádiz.
La ley de desamortización de 1835 obligó a los capuchinos a abandonar el convento. La Diputación Io convirtió en hospicio de niños pobres, siendo la iglesia atendida por un capellán nombrado por el arzobispo de Sevilla titular del templo.
Los capuchinos vuelven a Jerez en 1952, encontrándose un convento ocupado por el hospicio y una iglesia ruinosa. El 12 de septiembre de 1973 se bendice la actual iglesia y convento, iniciándose un camino cie apogeo, dentro de la humildad franciscana, que ha llegado hasta hoy con gran esplendor en sus cultos y en participación de fieles. Un esplendor que alcanza grandes cotas de arte con la llegada a la comunidad de fray Antonio Ruiz de Castroviejo que ha hecho del convento un museo para la ciudad, un auténtico emporio del arte y del buen gusto. Desde el revestimiento del templo con distintas obras artísticas hasta una decoración exquisita en las grandes fiestas litúrgicas.
El arte que los capuchinos ofrecen a Jerez, bajo la coordinación de fray Antonio, es un auténtico lujo para la ciudad. Su maestría con las flores, su capacidad para conseguir traer al convento piezas magníficas del arte suntuario y de [a imaginería de calidad, y su sorprendente capacidad para la recreación belenista, es todo un referente no sólo para los jerezanos, sino también, para muchos visitantes que acuden al convento de la Avenida por cuanta belleza encierra, especialmente los días de Navidad.
Capuchinos en Navidad debería ser declarado bien de interés cultural y ofrecerle a fray Antonio la medalla de oro de las Bellas Artes, por cuanto hace disfrutar a chicos y mayores, por seguir acumulando tesoros en sus dependencias, por cuanta capacidad artística derrocha cada vez que pone en marcha su imaginación.
Todo ello en agradecimiento a la ciudad que un día le ofreció terrenos y puso mano de obra gratuita para levantar su primer convento e iglesia, a esta ciudad que goza cuando entra en capuchinos porque ante lo que a1lí se muestra es difícil quedar impasible.
El pasado martes Capuchinos se llenó de musicalidad, es decir, de música de calidad, es decir, de arte y de espiritualidad, como no podía ser de otra forma, en un convento que fundó quien llevaba por nombre Francisco y por apellido de Jerez.
(Artículo publicado en Información Jerez el 20 de marzo de 2007. Un año más Capuchinos nos ha vuelto a sorprender con su espectacular decoración navideña)
La creatividad sin límites de Fray Antonio Ruiz de Castroviejo,belenista universal,tocado por la mano de Dios y que exterioriza la belleza de su alma y toda la grandeza que ha mamado dentro de la Orden de los Capuchinos.Que el Señor te siga bendiciendo,mi querido Hermano.FELIZ NAVIDAD. José Luis
ResponderEliminarFelicidades a todo Jerez y muy especialmente a los Capuchinos de ese querido convento que celebra sus 350 años de fundación. Paz y Bien. Desde Melilla, José Luis.
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