sábado, 15 de enero de 2011

TIEMPOS REVUELTOS



          No eran únicamente tiempos revueltos aquellos que desde una serie de televisión nos recuerda cada sobremesa, muy fielmente, Ias penurias y los perjuicios que tuvieron que vivir los españoles tras la guerra civiI. Ni eran tiempos en los que unos eran tan buenos y los otros tan malos, ni siquiera eran tiempos en los que tan tajantemente las clases sociales se identificaban con ciertas ideas políticas, precisamente porque como se titula la serie aquellos también eran tiempos revueltos en todos los aspectos, y no porque la culpa fuera de uno o de otro, más bien de todos.
Hoy los males de la nación, se le achaca al gobierno de Aznar, en el de Aznar los males se arrastraban desde Felipe González, cuando entraron los socialistas la culpa de la mala situación de la nación era de la dictadura, Franco había hecho crecer España sobre los desbarajustes de la República y la República nació de los errores de la Monarquía, al final, como decía un chiste de la transición, los políticos son los primeros defensores en asegurar que la culpa de todo lo tienen Adán y Eva.
En nuestra nación a nadie escapa que estamos en tiempos revueltos, parece que vivimos en aquellos años de la reconquista cuando convivían, entre otros grupos, los cristianos, con los judíos y los musulmanes, o más bien, con los mudéjares, musulmanes a quien se permitía seguir viviendo entre los vencedores cristianos, sin mudar de religión, a cambio de un tributo; algo muy parecido a lo que viven los cristianos hoy en día en este estado español laico pero mayoritariamente cristiano. Los cristianos pueden vivir en España practicando su religión pero como tributo aguantar lo que le echen.
Hoy son tiempos revueltos porque conviven situaciones extrañas, se ve a quienes defienden a ultranza posiciones que van en contra de la ley de la Iglesia Católica y se ríen de las mofas que hacen los carnavaleros de las cosas sagradas y, luego, participan activamente de los ritos religiosos que los católicos celebran; hay quienes se dicen agnósticos y se casan por la iglesia y bautizan a sus hijos, hay quienes celebran bodas civiles con salve rociera incluida, hay quienes ridiculizan a la Eucaristía y al clero desde un malentendido chirigoteo y luego se autodefinen cofrade, hay quienes como se dice en estos casos, lo mismo le ponen una vela a Dios que al diablo.
Pero no solo son tiempos revueltos en lo que a lo religioso se refiere, también, son tiempos revueltos para la política, los pactos son un claro ejemplo y no digamos nada de los tránsfugas. Y son tiempos revueltos para la honestidad profesional, porque todo vale en los negocios. Y en las edades y sexos, vemos ancianos con actitudes impropias de su edad y niñas disfrazadas de adultos, mujeres con atuendos clásicos de hombre como corbatas, zapatones, etc, ; hombres con cosas de mujeres, pendientes, etc.
Son tiempos revueltos para las relaciones de parejas, para las familias, para las normas de protocolo y de educación, pará el ocio y hasta para la meteorología y el medio ambiente. Vivimos en tiempos revueltos quizás por una falta de criterios que hace que parezca que nada está definido porque los cambios son imparables
A mar revuelto ganancia de pescadores, revolver la religión beneficia a quienes ciertas normas morales le molesta, a quienes siguen una ideología política con defensa de leyes contrarias a los principios cristianos pero no quieren perder tanta cantidad de votos, a quienes poseyendo una formación cristiana no se atreven a pronunciar el nombre de Dios en sus discursos porque eso no vende políticamente.
Y revolver la política beneficia a quienes con sus votos no pueden gobernar, a quienes gobiernan desde la sombra y lo que, es peor, a quienes se aprovechan del revuelo para aquello de divide y vencerás. Los tiempos revueltos son tiempos difíciles y hasta peligrosos para aquellos que se creen salvadores, por ello prefiero quedarme con el nombre completo de la serie televisiva que es todo un mensaje: 'Amar en tiempos revueltos".
(Artículo publicado en Información Jerez el 11 de marzo de 2006)


Se avecinan tiempos revueltos en la política municipal jerezana






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