DEDICADO A LOS COFRADES DE LA HUMILDAD Y PACIENCIA, HEREDEROS DE LA PRIMITIVA HERMANDAD DE SAN ANTÓN.
Mañana domingo, si el tiempo lo permite, celebraremos en Jerez, la tradicional fiesta de San Antón. Un acontecimiento festivo que cada mes de enero reune a cientos de personas en torno a la bendición de los animales y que tiene como marco incomparable el recinto del parque González Hontoria.
San Antón o San Antonio Abad fue un monje cristiano, fundador del movimiento eremítico. El relato de su vida presenta la figura de un hombre que crece en santidad y lo convierte en modelo para el cristianismo. Tiene elementos históricos y otros de carácter legendarios, se sabe que abandonó sus bienes para llevar una existencia de ermitaño y que atendía varias comunidades monacales en Egipto, permaneciendo eremita. Se dice que alcanzó los 105 años de edad, muriendo en Egipto hacia el año 356. Según la leyenda se ayudaba de animales para enterrar a difuntos y los curaba de forma milagrosa, por eso los animales no se separaban de él.
La fiesta de San Antón en Jerez tuvo su origen en la ceremonia de bendición de animales que organizaba la primitiva Hermandad de San Antón que radicaba en el convento de la Santísima Trinidad,. Se ha celebrado en diferentes puntos de la ciudad, en la Plaza de Plateros y en la de las Angustias, y desde que se hizo cargo de este festejo el Ayuntamiento ha tenido como lugar de celebración el Parque Zoológico, la Alameda Cristina y por último el parque González Hontoria.
Hoy la fiesta de San Antón es una cita esperada por niños, jóvenes y mayores. Una celebración tradicional que conserva todos los elementos de antaño, el desfile de mascotas, la ceremonia religiosa, la alegría y el colorido en torno a unos animales domésticos que ya el santo ermitaño se encargó de cuidar y proteger, siempre con el fin de servir de ayuda en su labor en pro de los demás.
En su justa medida los animales merecen nuestro respeto y protección, pero sin olvidar que por encima de todo están los derechos y las grandezas del ser humano. Por eso, y mañana lo veremos, nos llama poderosamente la atención y el gasto exagerado que se invierte en ciertos animales de compañía. Vemos hospitales de lujo especializados en mascotas, vemos hasta tiendas exclusivas para que al animal de compañía no le falte de nada y por otro lado vemos imágenes en televisión de hospitales improvisados para seres humanos sin garantías higiénicas y madres pidiendo ropas y comidas para sus hijos.
Los excesos no son buenos, hace unos días nos llegó la noticia de una pastelería inaugurada en París exclusivamente para perros o la existencia de un hotel en Japón de cinco estrellas para mascotas. Según New York Time, la industria de mascotas alcanza actualmente el valor de 37.000 millones de dólares. El fundador de una compañía de soltware ha donado 93 millones de dólares a una fundación, que estableció él con su mujer en 1999, para promover el bienestar de las mascotas. Previamente había donado 200 millones de dólares a la fundación..
Y mientras tanto UNICEF informa que millones de niños en el mundo sufren carencias extremas de privación de una nutrición adecuada, agua potable e instalaciones sanitarias decentes Quizás la fiesta de San Antón de este año, ante catástrofes tan conmovedoras como la ocurrida, recientemente, en Haití, nos ayude a reflexionar que la prioridad no está en la protección de los bienes materiales ni siquiera en los enormes gastos públicos que se emplean en la protección de ciertas especies animales sino en la protección humana y en saber dar a los animales el cariño y la protección que merecen pero sin recibir tratos que no le corresponden.
(Artículo publicado en Información Jerez el 30 de enero de 2010 con motivo de la Fiesta de San Antón)
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Multitudinaria fiesta de San Antón en la plaza de las Angustias frente a la iglesia de la Santísima Trinidad sede de la primitiva Hermandad de San Antón. |
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