DEDICADO A NUESTROS MUNÍCIPES
En 1575 los afamados maestros Diego Martín de Oliva, Andrés de Ribera y Bartolomé Sánchez finalizan el magnífico edificio renacentista de nuestro Cabildo Viejo. La fachada principal se organiza en tres partes, a cada lado de la puerta central se disponen dos ventanas coronadas por frontón, sobre las que aparecen en sendas hornacinas las figuras de Julio César y Hércules. Junto al primero, y apoyándose en el frontón se sitúan las representaciones de la Fortaleza y la Justicia, y a cada lado de Hércules, la Templanza y la Prudencia, constituyendo el conjunto de virtudes cardinales necesarias para el buen gobierno de la ciudad.
En el tercer tomo de la colección historia de Jerez de la Frontera, coordinado por Diego Caro y publicado por la Diputación de Cádiz se especifica que con la colocación de Julio César y Hércules en la fachada del Cabildo jerezano se pretendía borrar, como en Sevilla, el origen musulmán de la fundación de la ciudad, mirando con ello hacia delante sin volver la vista atrás, lo que ahora llamamos pasar página.
En cuanto a la relación con las Virtudes que se representan con cada uno de estos héroes en el Cabildo jerezano, se indica que podemos encontrarla en el humanista Juan Pérez de Moya, para quien Ia fortaleza de Hércules radicaba más en el ánimo que en el cuerpo; por esta razón, le acompaña la virtud de la Prudencia y se representa con la maza en la mano derecha porque venció sus deseos irracionales. La templanza es su otra virtud porque sobre-pujó el apetito sensual, ornando de virtud las tres potencias del alma. Julio César va acompañado por la Justicia y la Fortaleza, virtudes propias de todo buen gobernante.
Las virtudes de la fachada del Cabildo son todo un mensaje iconográfico no sólo en el pensamiento humanístico de la época en que se realizó sino, también, una constante para cualquier Corporación municipal de la historia.
José María Pemán calificaba a esta fachada como la joya repujada de Jerez. Martín Ferrador la señala como la muestra más interesante de la filigrana plateresca de la ciudad. Richard Ford, hombre de cultura extraordinaria y estupendo escritor, vino a vivir a Sevilla en 1831 para cuidar la salud de su mujer. Instalado en Sevilla y en la Alambra, recorrió a caballo miles de kilómetros, de su paso por Jerez queda constancia en su Manual para a viajeros por Andalucía en el cual hace especial llamada a que se observe esta fachada del Cabildo Viejo.
Está claro que los arquitectos de nuestro Cabildo Viejo sabían lo que hacían tanto artísticamente como iconográficamente. Hoy observando esos altos relieves podemos darnos cuenta lo fácil que puede ser gobernar una ciudad si en la acción de gobierno predomina la Fortaleza, la Justicia, la Templanza y la Prudencia.
La Fortaleza es la virtud mediante la cual se vence el temor y se huye de la temeridad, la Justicia es la inclinación a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece, la Templanza se basa en moderar los apetitos y el uso excesivo de los sentidos, sujetando los sentidos a la razón y la Prudencia consiste en discernir y distinguir lo que es bueno y malo, para seguirlo o huir de ello.
Por encima de partidos y de siglas políticas, estas virtudes son las que hacen grandes a los gobernantes y a los pueblos que dirigen, por ello, es muy recomendable, que este nuevo gobierno municipal, salido de las urnas y que próximamente va a tomar posesión, mire de vez en cuando, antes de cualquier pleno, a esa fachada, que un día Iabraron unos arquitectos jerezanos, y que muestran las cuatro virtudes que no deben nunca olvidar en su gestión, sino quieren caer en aquello que decía Napoleón de "para gobernar bien a los hombres hay que saber aprovecharse de sus vicios, más bien que de sus virtudes". Porque los vicios humanos llegan a viciar a los gobernantes.
(Artículo publicado en Información Jerez el 2 de junio de 2007. El pleno del Ayuntamiento jerezano celebrado hoy no ha sido precisamente un alarde de estas virtudes))
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Junto a Julio César la Justicia y la Fortaleza  |
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