lunes, 10 de enero de 2011

MONSEÑOR GONZÁLEZ CORNEJO

       DEDICADO A LOS COFRADES DE LA CLEMENCIA

      Formaba parte de ese grupo de sacerdotes unidos eternamente a una parroquia y a una feligresía, párrocos inseparables de un templo y de una collación. Nombres carismáticos como D. José Rodríguez Jimenez en San Pedro, D. Luis Bellido Salguero en San Dionisio, D. Carlos González García-Mier en San Marcos de entre los que ya no están o D. Francisco García de Villegas en los Descalzos, D. Ängel Romero Castellano en San Miguel, D. Buenaventura Sánchez Falcón en Fátima o D. José Luis Repetto Betes en el Salvador y San Dionisio, de entre los siguen al pie del cañón, cargos que a través del tiempo se han hecho ya inseparables a una demarcación parroquial. Y uno de estos insignes sacerdotes unidos estrechamente a una zana importante de Jerez era, sin lugar a dudas, D. Francisco González Cornejo, fallecido en esta pasada semana a los 82 años de edad. 
   
     Había nacido en la vecina localidad de Sanlúcar de Barrameda, un 6 de julio de 1928. Ordenado sacerdote en Sevilla el 4 de junio de 1955.Miembro del Cabildo Catedral así como prelado de honor de Su Santidad el Papa desde el 26 de junio de 1993. Formador del Seminario Diocesano, desempeñó otras diversas funciones pastorales y de gobierno que hicieron de él persona muy importante en la configuración de lo que hoy en día es la joven Diócesis de Jerez-Asidonia, entre las que cabe destacar el puesto de secretario general-canciller en tiempos del primer obispo de Jerez Monseñor D. Rafael Bellido Caro. Fue, también, delegado episcopal de la Unión de Hermandades, director espiritual del Seminario Diocesano, de los Equipos de Nuestra Señora o de la Hermandad de la Clemencia de la que fue, además su fundador y primer hermano mayor. El Arzobispado de Sevilla decretó en el año 1971 la creación de la Parroquia de San Benito, desmembrada de la de Santa Ana, y al frente de ella desde entonces ha estado D. Francisco González Cornejo.
   
      Trate más directamente a D. Francisco en los años que ejercí como secretario del  Consejo de la Unión de Hermandades, en aquellos años él era secretario general-canciller del obispado, además de delegado episcopal de la Unión de Hermandades. Al ocupar ambos las distintas secretarías se dirigía a mi siempre con el término de colega, una muestra del trato afable y cordial que mantuvimos todos los del consejo con él.Siempre nos sorprendía, tanto en las reuniones de consejo como en los plenos, con frases bien estudiadas y cargadas de contenido, aconsejando con su docto conocimiento y profundo sentido de la responsabilidad,  a pesar de que por aquel entonces, hace más de un decena de años, ya le había sorprendido más de un "jamacuco" como él definía a los achaques de la edad. Tras su paso por la Unión de Hermandades recibió el homenaje de los cofrades de Jerez por la labor desempañada. Decía que las Hermandades son el brazo que muchas veces le falta a la Iglesia para llegar a la fe sencilla, por eso no se me olvidará la cara de satisfacción y gozo en aquella primera Estación Penitencial de su Hermandad de la Clemencia en el colegio del Pilar.
   
       Las crónicas de su funeral nos cuentan que el obispo lo puso de ejemplo para los sacerdotes diocesanos presentes y futuros. Lo hizo señalando que "Cuanto bien puede hacer una persona desde su ministerio, confesando culpas, dispensando la Eucaristía, acompañando con su dirección espiritual", dijo Mazuelos insistiendo en el ejemplo que fue este hombre cuya sencillez quedó de manifiesto en sus últimas palabras dejadas por escrito y que, a su muerte, ha recibido el pastor diocesano.
   
       "Quiero que quien presida mis exequias pida perdón públicamente por mis muchas faltas y pecados", subraya en este testamento espiritual.Toda una profesión de fe contiene ese texto, cuajado de frases que evidencian las cualidades de un sacerdote que, pese a su sencillez, ha dejado profunda huella a todo los que le conocimos
       (Artículo publicado en Información Jerez el pasado sábado  8 de enero de 2011) 

1999.  Primera salida de la Hermandad de la Clemencia, D. Francisco da la primera "levantá"


Procesión del Corpus en los años cincuenta del pasado siglo. En el cortejo del Cabildo catedral vemos a D. Francisco el primero en la fila de la derecha.


Consejo de la Unión de Hermandades de Jerez presidido por D. José Alfonso Reimóndez con D. Francisco González Cornejo como Delegado Episcopal






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