AL CALOR DE NOVIEMBRE

    

     Para quienes nos gusta más el verano que el invierno, para los que preferimos los días luminosos de sol a las oscuridades invernales, para quienes nos gusta más una jornada de playa que un domingo viendo llover entre los cristales, la naturaleza nos está regalando un otoño casi veraniego. Dicen los meteorólogos que el tiempo que tenemos estos días es comparable al del mes de junio, con la salvedad de que en el mes de junio están las playas llenas por aquello de la novedad y en octubre "ya no pega" aunque el calor apriete igual o más.

   

    En otros tiempos el mes de los difuntos comenzaba con los tradicionales "Tosantos", las visitas al cementerio y las misas en recuerdo de fieles difuntos y todo ello con indumentarias propias de esta fechas, de todo menos veraniega. En los momentos en que vivimos, en que cada uno va como le apetece, es decir como marcan las temperaturas, las modas y el gusto personal, podemos ver casos curiosos como comprar castañas con un helado en la mano, acudir al supermercado a por polvorones y alfajores, que ya inundan las estanterías, en bermudas y chanclas o ir haciendo planes para la cercana Navidad cuando aún se hacen insoportables las mantas.

   

    Si el tiempo continúa con estas altas temperaturas, como marcan los pronósticos, y noviembre comienza rozando los treinta grados,  mañana, aniversario del terremoto de Lisboa, Cádiz verá a su Virgen viñera de la Palma recorrer su barrio entre vecinos con hamacas y rostros bronceados por los aires de la Caleta y los que se acerquen a la villa de Chipiona podrán contemplar al  Cristo de la Misericordia  llegar a una cruz del mar con bañadores y sombrillas, como si el verano hubiese querido aguardar más tiempo para no perderse estas dos procesiones históricas que recuerdan creencias de un pueblo salvado de los efectos de aquel terremoto..

   

     En Jerez habrá trasiego por el cementerio llevando flores a los que se fueron en un gesto de agarrarse a la memoria de quienes ya no están, habrán quienes se apunten a la horterada de Halloween, una de las formas más evidentes de hacer el ridículo con cosas que ni por historia ni por tradición nos pertenecen; habrán quienes conserven la tradición de regalar los típicos "Tosantos" o de acudir a misa para honrar a sus difuntos y habrán muchos que aprovechen este maravilloso puente para disfrutar de la vida o bien viajando o pasándolo bien con sus familiares o amigos que, en definitiva, como se suele decir, es lo que nos vamos a llevar de nuestro paso por este mundo.

   

    Al calor de noviembre, con toda probabilidad, le queda poco tiempo de estar con nosotros. La bonanza meteorológica de este otoño tiene los días contados, llegará un momento en el que el frío tome posesión de la ciudad y es entonces cuando tendremos que sacar los abrigos y chaquetones. Es entonces cuando habrá que hacer el cambio de armario porque será entonces cuando verdaderamente el invierno habrá llegado. Atrás para los amantes como yo de los días veraniegos,quedará una hermosa primavera y un reluciente y caluroso verano. Será tiempo de espera para que de nuevo los días sean más largos y la luz lo inunde todo.  

   

    Lo cantó en muchas ocasiones la que llamaban la más grande, también chipionera como el Cristo que paró las aguas: "Jamás pensamos nunca en el invierno, pero el invierno llega, aunque no quieras". Llegará el invierno, que nadie se desespere, y una mañana gris, al despertarnos, oiremos un rugido frío y seco, cerraremos nuestros ojos y pensemos... se nos rompió el verano de tanto usarlo. ¡Qué no daría yo por empezar de nuevo!

     (Artículo publicado en Información Jerez el 31 de octubre de 2009. Un año después, con un otoño no tan caluroso como el pasado, los meteorólogos anuncian que a partir de hoy el tiempo cambia radicalmente para dar paso a temperaturas mucho más invernales )



Puesto de castañas en el otoño jerezano.(De la colección del año 1985 de Jerez siempre)

Camino del cementerio. Postal costumbrista