Ahora que tanto se habla de memoria histórica y de la Republica hago memoria y me acuerdo de aquellos jerezanos, de profundas convicciones republicanas, que quedaron para la historia no por su ideología sino por su entrega y servicios a esta ciudad que le vio nacer.
Republicanos fueron el doctor Revueltas y Montel, Alcalde de Jerez en la primera República española, siendo el creador de la Biblioteca Municipal, proyectó el cementerio de Santo Domingo, elaboró el primer censo de habitantes e inició las obras del nuevo mercado de abastos, el mismo que ahora va a ser remodelado.
Republicano anarco-sindicalista fue José Paúl y Angulo, político revolucionario y escritor, correligionario de Ramón de Cala y de Fermín Salvoechea, su participación en el “Motín de Quinta” le llevó al exilio Francés. Fue elegido diputado por la circunscripción de Jerez. Fundó en Buenos Aires una explotación agrícola llamada “Nuevo Jerez” que ofreció trabajo a más de 30 familias llegadas de nuestra comarca.
Político republicano y revolucionario fue Ramón de Cala y Barea, jerezano de convicciones liberales, autor de libros como El problema de la miseria resuelto por la armonía de los intereses humanos. Político progresista, diputado a Cortes por Jerez hasta 1873, Senador con el apoyo del Partido Carlista, presidente de la Junta Revolucionaria en 1854, síndico del Ayuntamiento y un gran defensor en la clase obrera jerezana.
Destacado republicano fue, también, Fermín Aranda y Fernández Caballero, presidente de la Fraternidad Republicana y eminente cirujano. Estuvo en posesión de la Medalla al Mérito en el Trabajo por su extraordinaria labor al servicio de la medicina y dejó una importante estela de prestigio en todos los ámbitos de la sociedad jerezana.
El 29 de Abril de 1931, en plena segunda República española, fue inaugurado, cubierto por la bandera tricolor y al compás del himno de Riego, el monumento de un alcalde de la monarquía Julio González Hontoria, uno de los mejores alcaldes de Jerez. También la turbulencia de la segunda republica respetó la voluntad popular de que, en su ciudad natal, hubiera un monumento al General Primo de Rivera. al que Jerez le debe la construcción del teatro Villamarta, la línea ferroviaria Jerez-Almargen, la carretera de Cortes, auspiciando iniciativas turísticas, benéficas y de engrandecimiento de la ciudad.
Con la ley de la memoria histórica varios nombres desaparecerán del callejero, es por lo tanto el momento de hacer justicia, de discernir entre quienes daban nombre a una vía urbana por el mero hecho de ser figura destacada del régimen imperante y de aquellos otros que, independiente del color de sus ideas o de la importancia del cargo que ocuparon, sus desvelos y sus logros por la ciudad a la que sirvieron le hicieron merecedores de ser recordados a perpetuidad. Conocer las vidas concretas de esas personas y sus aportaciones es una obligación de todos si verdaderamente pretendemos ser justos con quienes se le dieron tales reconocimientos. Ejemplos como los anteriores nos deben de ayudar para no olvidar lo que verdaderamente importa: el servicio, por encima de las ideas, a la sociedad.
Tanto la primera como la segunda republica española fracasaron en su permanencia en el poder, pero las calles doctor Revueltas y Montel, Paúl, Ramón de Cala y Fermín Aranda continuaron en tiempos de anti-republicanismo, al igual que el monumento a González Hontoria y a Primo de Rivera fue respetado por gobernantes de ideas completamente contrarias a la monarquía o al régimen militar, porque por encima de su condición política supieron ver en ellos los hechos por los que este sabio pueblo quiso perpetuarlos. Lo ha dicho la vice-presidenta del gobierno “dejemos la historia para los historiadores y a los jueces lo que es de los jueces” , así si seremos justos con la historia.
(Artículo publicado en Información Jerez el 3 de noviembre de 2007. Ayer se cumplía 35 años de la reinstauración monarquica en España)
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José Paúl y Angulo, republicano anraco-sindacalista y diputado por Jerez |
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