lunes, 1 de noviembre de 2010

LA GUIA DE ESTEVE



     En estos días de vacaciones y viajes muchos ciudadanos recurrimos a las distintas ediciones de las guias de turismo con el fin de informarnos sobre los destinos que hemos programado para nuestros desplazamientos. Existen infinidad de publicaciones sobre destinos turísticos y sobre todo el recurso más extendido actualmente es el uso de Internet por la extensa información que facilita.
   
    El escaso interés turístico que despertaba Jerez hace unos años, motivó que no se prodigaran las guías turísticas sobre nuestra ciudad. A pesar del gran patrimonio artístico y monumental que atesoramos aquí raro eran los viajeros que se aventuraban a pasar varios días recorriendo cuantos atractivos esconde Jerez entre muros civiles y religiosos.
   
    Los jerezanos habían vendido escasamente a su ciudad y , salvo alguna inclusión en prensa y alguna que otra revista, poco se conocía de la gran valía artística de nuestros monumentos. En 1933 sale publicada la que podríamos en llamar la segunda Guía Oficial de Arte de Jerez, puesto que la primera la escribió Luis Grandallana y Zapata en 1885, su autor D. Manuel Esteve Guerrero, Licenciado en Filosofía y Letras, Director de la Biblioteca, Archivo y Colección Arqueológica Municipal, Cronista de la ciudad, Comisario Local de Excavaciones Arqueológicas, Correspondiente de la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, de la Hispano Americana de Cádiz, de la de San Dionisio de Jerez, et. etc.. La Guía de Manuel Esteve fue el gran referente de este tema en Jerez la mayor parte del siglo XX, se reeditó en 1953 y en 1974, ambas ediciones ampliadas y actualizadas.
   
    La Guia de Esteve, con su parte geográfica, su nota histórica, su doble itinerario para visitar Jerez en un día y en dos días, todo ello traducido al francés y al inglés, y su segunda parte dedicada exclusivamente al estudio monográfico de cada monumento jerezano, supuso una importante apuesta por la apertura de esas fronteras que parecían condenar a la ciudad al ostracismo de ese aislamiento ante los nuevos impulsos turísticos.
   
    A pesar de sus incorrecciones, principalmente en aquello que los estudiosos han venido en llamar restauraciones en estilo, una tendencia en la cual, durante el siglo XIX, se recrearon elementos para unificarlo con el estilo imperante en el edificio y que por su perfección resultan muy difícil diferenciar de los primitivos., la guía de Esteve supuso durante años un gran apoyo para el estudio del erudito y para la atención del curioso.Algo que el mismo autor se encargó de vaticinar en su prólogo al afirmar que quedaba sujeto a cuantas rectificaciones nos impongan las futuras investigaciones.
     
    Sirvan estas lineas de reconocimiento a este insigne jerezano y a esta obra que un día descubrí en la biblioteca de mi padre, entre colecciones del Mundo Pintoresco, novelas, lotes de ediciones pulgas encuadernadas en rojo y otros muchas de Selecciones, salud y temas variados. Con la guía de Esteve empecé a descubrir  y a fascinarme por el arte jerezano y por todo lo artístico, por ello como diría el insigne profesor Hernández Díaz en su prologo de este libro " Jerez de la Frontera puede estar satisfecha con esta obra que tanto la honra y los estudiosos y amantes del arte cuentan con una publicación en la que seguramente hallarán modalidades poco conocidas, de las formas artísticas jerezanas...... Felicitémonos todos de que obra tan útil y meritoria se ponga al servicio de los estudiosos e interesados en este orden de conocimientos, y hagamos votos porque sirva de ejemplo a otras ciudades españolas que reclaman análoga tarea"
   

    (Artículo publicado en Información Jerez el 9 de agosto de 2008. La pasada semana fue presentada la ruta "Mira Jerez" un recorrido por el Jerez artístico y monumental. Sirva este artículo como reconocimiento también a quien fue el precursor de las visitas turísticas a la ciudad)

D. Manuel Esteve Guerrero

      
   

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