martes, 2 de noviembre de 2010

EN SU SITIO




     Mi padre era un auténtico aficionado a la simetría, a lo que él llamaba la estética, que era, más o menos, colocar cosas compensando los espacios aunque no tuvieran nada que ver entre ellas, pero sin molestarle a la vista. Frecuentemente nos machacaba con aquello de "pon esto en su sitio", su sitio lo había designado él y lo mismo podía ser una puntilla detrás de una puerta que una especie de estantería montada a base de objetos de los más variado. Al final, a su forma, todo quedaba ordenado y lo más importante, en buen estado de uso y conservación. Pues bien, el verano es tiempo propicio para dar rienda suelta a la imaginación y entre los asuntos locales de más de actualidad está la problemática de la Ermita de Guía y lo complicado de su emplazamiento, agrabado, aún más, con el asunto de las edificaciones que se están realizando justo al lado.
   
    Sobre este tema se ha comentado mucho incluso voces autorizadas han planteado la posibilidad de trasladar la ermita a otro lugar. Algo nada descabellado si analizamos en la situación que quedará este histórico edificio cuando finalicen las obras. Se habrá perdido la imagen del Jerez-sur que nos dejaron los grabados antiguos, el templo quedará completamente ahogado por la mole de hormigón, su silueta se enmarcará sobre la impersonal fachada del bloque y su airosa espadaña apenas se recortará en esos cielos con aires de la cercana bahía. El pez gordo se habrá comido al chico y , de presidir todo el amplio espacio que la rodea, la ermita, pasará a ser un parche en un espacio dominado por modernas edificaciones.
   
    Por lo tanto, para que el templo recobre el protagonismo que le corresponde y para evitar nuevas catástrofes tanto humanas como meteorológicas  quizás la solución más conveniente sería trasladarlo de lugar .Una buena medida podría ser, por ejemplo, llevarla a la cercana barriada de Torresoto  para que presida una de sus plazas más elevadas y allí se alce entre callejuelas estrechas y el cobijo de un barrio popular y típico como él solo.
   
    No es nada extraño el buscar emplazamientos nuevos para edificios de interés, recordemos que en Jerez el patio de cantería y columnas de mármol del palacio de los Älamos del Guadalete fue trasladado a Madrid, que la portada barroca de la mansión de los Condes de los Andes , en calle Pozuelo, procede del palacio que fuese de don Diego de Veas en Arcos de la Frontera, que en Sevilla la portada mudéjar de la Iglesia de Santa Lucía, fue desmontada y colocada en la fachada principal de Santa Catalina o que el famoso templete de la Cruz del Campo está en vías de trasladarse a una rotonda cercana, por las mismas circunstancias que la ermita de Guía, por verse ahogado por las edificaciones colindantes.
   
    Según cuentan algunos historiadores la Catedral de Jerez se pensó, en el momento de su reconstrucción, levantarla presidiendo la Plaza del Arenal y ese hubiese sido su sitio y además, se habría respetado aquel primer templo del Salvador, Santiago está en su sitio pero ganaría mucho si al proyectarlo su fachada se hubiese situado mirando para el arco del Olivillo;   tanto San Juan como el Carmen necesitan más perspectiva para todo su frente. A veces los constructores o el paso del tiempo han condenado aquello que llamaba mi padre "la estética". Nunca es tarde para poner las cosas en orden aunque solo sea porque no nos moleste a la vista.
 
    (Artículo publicado en Información Jerez el 16 de agosto de 2008. En estos días se está procediendo a la reurbanización de los alrededores de la Ermita de Guia, mientras se termina la construcción del gigante que ha ocupado parte del sitio y el espacio natural que rodeaba a la Ermita)

La Ermita de Guia formando parte de la belleza del paisaje jerezano cuando aún la especulación urbanística no había alterado su entorno.


2 comentarios:

  1. Lo de la Ermita de Guia es de juzgado de guardia....inconcebible en pleno siglo XXI

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  2. Magnifica explicación sobre "la estética según Eduardo Velo Cardoso" un hombre muy peculiar y que voy a decir yo.... nuestro padre, un fenómeno.

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